Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 12 febrero 2012 - 12:04 pm
Categoría: Teatro

 

-La manera de trabajar de la compañía ‘Morfeo teatro clásico’ se puede calificar como de artesanal en el sentido positivo de la palabra. Es cuidadosa, detallista, esmerada, pulcra.

-Ayer lo volví a comprobar viendo  su representación de ‘El sombrero de tres picos’.

-Su representación, adaptación, dirección, figurinismo, vestuario, iluminación, música., Todo.

-Esa es otra característica de su manera artesanal de trabajar.

-Estábamos acostumbrados a disfrutar de ‘El sombrero de tres picos’ como novela, por Pedro  Antonio de Alarcón, o como pieza  musical, por  Falla, o como ballet, por muchos y destacados intérpretes. Aquí es teatro,

-Francisco Negro, el director de la obra y de la compañía, ha hecho la adaptación.

-También interpreta al Corregidor. Los intérpretes están magistrales. Digamos artesanales.

-Citémoslos. Además de Francisco negro, Mayte Bona, Javier Leoni, Ángel Gonzalo, y  Felipe Santiago, que hace de la corregidora.

-¡Tienen mérito! Los tiempos que corren en el teatro no favorecen esa manera artesanal de hacer.

-Es una opción.

-Más bien, una elección

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 11 febrero 2012 - 5:14 pm
Categoría: Teatro

 

-Desde hace tiempo, se dice que en Argentina, y en concreto en su capital Buenos Aires, el teatro está muy vivo.

-Han venido, desde allí, espectáculos muy notables.

-Es de suponer que en Buenos Aires, como en todos los sitios, habrá teatro bueno, regular, malo, notable y de suspenso.

-Autores y directores de ese país se han instalado aquí con notable predicamento.

-Yo estuve viendo ayer en la Sala BBK de Bilbao la obra ‘El cordero de los ojos azules’. El autor es Gonzalo Demaría. El director, Luciano Cáceres.

-Viene con las bendiciones oficiales de aquel país y aquella ciudad. Está producido por el Complejo Teatral de Buenos Aires.

-Y ¿qué?

-Pues eso. Confirma la aseveración de que, allí como aquí, se hace teatro de todo tipo y calidad.

  

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 10 febrero 2012 - 11:58 am
Categoría: Teatro

 

 

-Estos días, en la sala BBK de Bilbao, se han retomado las lecturas dramatizadas para presentar dos obras del gran maestro de la escritura dramática del siglo XIX Henrik Ibsen.

-Antes, se hacían estas lecturas dramatizadas para dar a conocer nuevas obras y valores desconocidos.

-Digamos que ahora han adquirido peso con la presencia de este gran autor ya clásico. Así esos valores desconocidos pueden aprender.

-Yo diría que las obras nuevas y los valores desconocidos han perdido oportunidades. Es otra manera de verlo.

-Soy un admirador del gran Henrik Ibsen. Creo que es un  gran autor. He puesto el verbo en presente. Pienso que tiene una gran vigencia. Me gusta el contenido polémico de sus obras. Su valentía para tratar los problemas de la sociedad. Tuvo dificultades en su tiempo por esa razón. También me gusta su manera de construir las piezas teatrales. Su consistencia. Sin embargo, y lo digo con toda humildad, no me gusta la obra ‘Espectros’, una de las elegidas para estas lecturas dramatizadas.

-Si no te gusta, es culpa tuya. No es demérito de Ibsen.

-Lo acepto. Pero me parece una obra demasiado discursiva, confusa, con personajes  sin definir o monolíticos, con parlamentos larguísimos, con escenas poco creíbles y dudosamente hilvanadas, con efectos ‘efectistas’. Las cosas se dicen. No suceden en el escenario.

-Quizá no hayas tenido suerte en las representaciones o dramatizaciones que has visto y oído.

-Lo más probable es que yo esté equivocado. A casi todos, les parece una buena obra.

-Te recuerdo que fue prohibida el mismo día de su estreno en Berlín y no se pudo representar en Noruega hasta quince años después.

-Lo reconozco. Solo puedo alegar que los inquisidores no suelen entender mucho de teatro, si siquiera a la hora de hacer las condenas.

-En cambio, ‘Un enemigo de pueblo’ me parece una obra muy buena en casi todos los sentidos. Tendría que pensar mucho, para razonar alguna pega seria con fundamento.

-De todos modos, un homenaje a uno de los grandes.

  

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 5 febrero 2012 - 1:32 pm
Categoría: Teatro

 

-Las representaciones de las óperas breves ‘Der schauspieldirektor’ y ‘La canterina’ son un ejemplo de cómo se puede llegar al público de modo divertido, entretenido cómplice y a la vez mantener la calidad de la música clásica.

-Te recuerdo que la primera es de Mozart y la segunda de Haydn. Dos de los más grandes.

-Y no precisamente del siglo XXI.

-La puesta en escena, además de cuidada y con todas las exigencias técnicas, es cómplice con el público, pícara, divertida, farsesca.

-Una buena ocasión para eliminar algunos de los prejuicios que existen sobre la ópera.

-Reconocerás que no siempre es así.

-Reconocido       

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 4 febrero 2012 - 2:24 pm
Categoría: Teatro

 

-Yo voy a partir de la siguiente base: La obra ‘Llama un inspector’ de J. B. Priestley es una de las mejores obras de teatro de todos los tiempos.

-Es una afirmación muy fuerte.

-La mantengo. Es un prodigio de construcción teatral. La acción funciona como una maquina de relojería. Hay un pensamiento social y humano muy estudiado.  Se presenta de modo graduado y armónico. La intriga funciona durante toda la obra.

-Cuando parece que ya ha dado todo de sí, con el espectador  contento de lo que ha visto, todavía hay una vuelta más de tuerca.

-Al final, se produce una cascada de sorpresas inesperadas en la acción.

-No hace falta que te extiendas en tu admiración por esta obra.

-En el planteamiento de todo el espectáculo, existe un intento de perfección.

-La ‘culpa’ hay que echársela, sobre todo,  a José María Pou.

-Se ha preocupado hasta de hacer una traducción nueva. Además, la ha dirigido con meticulosidad. En la interpretación, ha elegido, lógicamente el papel de inspector.

-Ha cuidado muy especialmente la interpretación de ese personaje.

-Con la interpretación del resto de los actores y actrices, también ha sido muy exigente.

-Bueno. ¡Tampoco te pases! Busca algún punto criticable o un elemento que sea más débil.

-Déjame que piense … Pues quizá … Puede ser. …. Ya lo voy a analizar un poco más.

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