Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 11 enero 2021 - 12:11 am
Categoría: General

David Barbero
-Esta tarde, en el teatro Social de Basauri se respiraba el sentimiento de asistir a una ceremonia teatral de gran solemnidad. Ayer sucedió lo mismo en el teatro remozado de Getxo. Había una actitud casi reverencial hacia dos maestros. Uno de la escritura, don Miguel Delibes. Otro de la interpretación, don José sacristán.
-Se representaba ‘Señora de rojo sobre fondo gris’. Casi no ha hecho falta adaptación teatral, ya que Delibes la escribió como un monólogo. Tampoco trató de disimular su tono autobiográfico. Desde el momento de su publicado, se entendió como un homenaje a su esposa, Ángeles de Castro, fallecida poco antes.
-Tampoco ocultó su compromiso social. Desde el mismo título, dejaó claro que su intención era hacer un retrato, además de la mujer de rojo, del fondo gris en el que habían transcurrido sus vidas.
-Para añadir trascendencia al testimonio, el veterano actor había recodado públicamente su amistad con el autor desaparecido. Y además señalaba que difícilmente va a encontrar en el futuro un texto de tal intensidad con el que identificarse y depositar en él su entusiasmo y su compromiso.
-El seguimiento de la representación ha transcurrido en absoluto silencio. Con el máximo respeto. Casi reverencial.
-¡Qué lujo de texto! Qué variedad de palabras. Qué exactitud en los términos usados. La expresividad. Hasta la musicalidad de las frases. Su estructura. Su longitud. La construcción del discurso. La graduación del interés. El tono para cada una de las partes.
-Cuanto, tras la función, regresaba a casa, me ha venido a la mente la osadía de atrevidos ignorantes que dicen: ‘Del texto de la obra, ya me encargo yo’. Y el resto se lo admite.
-En la interpretación, qué eficacia de gestos y expresiones. ¡Y la voz! No sólo la calidad y la modulación. La matización de cada sonido. Los cambios de entonación. También la naturalidad en la emisión. La capacidad para transmitir cada emoción. Algo obligatorio no frecuente: la emisión para que se oiga sin esfuerzo hasta en las últimas filas.
-Desde luego, en el regreso a casa, ha sido inevitable la comparación con deficiencias generalizadas. Tampoco ha sido posible evitar la admiración por la economía y eficacia en los movimientos. Y de la puesta en escena. La comparación con los falsos recursos de exagerar para buscar un protagonismo vacío.
-En definitiva, la demostración de dos grandes maestros, que ha sido generosamente agradecida, de pie, por una larga y sincera sesión de aplausos. Y la satisfacción recibida por todos los asistentes.

Esta entrada se escribio el Lunes, 11 enero 11 2021 a las 0:11 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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