-Reconozco que veo poco la televisión. De verdad. Seguramente se podrían encontrar cosas interesantes. Pero no tengo tiempo.
-Se podrían encontrar cosas interesantes. Pero con un gran esfuerzo para buscarlas.
-Ni con ese gran esfuerzo, podrían encontrarse.
-Las pocas veces que enchufo el aparato, encuentro siempre lo mismo. Están hablando sobre unas discusiones que tienen dos señoras. Una se apellida Esteban y la otra Campanario. Creo. Han debido ser mujeres de un torero, que ha ganado mucho dinero pero tiene muy poco arte.
-Dos señoras especialmente vulgares. Incultas. Feas. Que no tienen nada que decir. Solo se insultan. Además sin especial gracia.
-No me explico por qué la gente sigue eso. No tiene ninguna intriga. Ningún interés.
-Es lo que echan las cadenas de televisión.
-No solo lo echan. He leído que las dos cadenas privadas más importantes se están jugando los índices de audiencia a ese enfrentamiento. Una cadena ataca a la Esteban, y la otra contraataca a la Campanario. O algo así.
-Entonces, la culpa es de las televisiones.
-¡No, hombre! La culpa es de la gente. Cada uno es responsable de lo que ve.
-¡Pues qué bien!
Esta entrada se escribio el Martes, 25 agosto 25 2009 a las 9:51 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.