Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 22 octubre 2010 - 3:26 pm
Categoría: Teatro

-Me voy a sincerar. Me duché y me puse camisa nueva para ir a ver la representación de la obra ‘Fin de partida’ de Samuel Beckett en el Teatro Arriaga de Bilbao. Expertos teatrales, de los que me fío, me la habían recomendado. No podía dejar de verla. Tenía que introducime en el teatro del absurdo por la puerta grande. Además, no podía esperar más. Esa obra ha sido escrita hace más de medio siglo. Se puede decir que es un clásico.

-Enhorabuena por tu buena disposición para ponerte al día.

-Debo decir que no me enteré de nada.

-Es teatro del absurdo. No es para entenderlo. Es para sentirlo. Participar de esa apocalipsis, ese caos, esa angustia en el final de la partida.

-Perdona. Estuve atenta, muy atenta, toda la obra, las dos horas, y no percibí nada de eso que me dices.

-No todo tiene que ser lógico.

-Yo estaba abierta a lo lógico, a lo ilógico, a lo racional y a lo emocional. Puse todos los sentidos. Y ni entendí ni sentí eso que tú dices. Yo no me considero tonta. Por lo tanto, debo concluir que eso que tu dices que viste en la obra, te lo has inventado.

-Tampoco te pongas así.

-¿No consideras lógico que me enfade?

-Lo siento. Por todos es reconocido que ‘Final de partida’ es quizá la cumbre del teatro del absurdo. A Samuel Beckett le dieron hace mucho tiempo el premio Nóbel. El director es muy reconocido y los actores realizaron una interpretación excelente. Sobre todo José Luis Gómez.

-Si tú lo dices, amen.

Esta entrada se escribio el Viernes, 22 octubre 22 2010 a las 15:26 pm. en la categoría: Teatro. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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