Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 8 octubre 2010 - 10:28 am
Categoría: Teatro

-Ayer fui a ver un espectáculo teatral que lleva el título de ‘La espera’, cuyo texto es la integración de dos monólogos, uno titulado ‘La esclusa’ escrito por Michel Azama y otro titulado ‘Mingus, Cuernavaca’ escrito por Enzo Cormann.

-Y ¿qué te pareció?

-Son dos escritores minoritarios pero reconocidos.

-Además, son directores, actores y pedagogos.

-Tienen un planteamiento que se puede llamar social del teatro. La palabra que ellos utilizan es ‘político’

-Te he preguntado qué te pareció a ti.

-Hay una declaración de Cormann que dice que la función del teatro no es ‘estetizar las tinieblas individuales sino desvelarlas a la luz de al política’.

-Me parece que tú no quieres dar tu opinión.

-Yo coincido con ese planteamiento.

-Pero, por favor, dinos lo que te pareció el espectáculo.

-Te estaba comentando el planteamiento previo con el que fui a verlo.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 6 octubre 2010 - 10:02 am
Categoría: Literatura

-¿Lo dices por ti?

-Por supuesto.

-Reconoce que no es la primera manifestación e tu estupidez.

-Ni será la última.

-Hay que tener ganas para hacerse ilusiones con la publicación de la novela ‘El secreto de Leticia O.’ ¿Cuántas negativas has recibido ya?

-No soy tan masoquista como para tenerlas contadas. Muchas.

-Convéncete. Nadie te va a aceptar esa novela por tener como protagonistas a la familia real española.

-No es ningún pecado, ninguna agresión, ninguna infamia poner el argumento de una novela de intriga en la actualidad y entre los miembros de la familia real española.

-Utilizas sus propios nombres.

-Por supuesto. Hay muchas novelas que usa los nombres propios de personas reales, actuales o históricas.

-Total que te hiciste ilusiones falsas.

-Me dijeron que la publicaban de inmediato, para meterla en el lanzamiento de la campaña de Navidad, que iban a hacer un lanzamiento importante. Prometieron enviarme el contrato inmediatamente.

-¡Que iluso eres!

-En lugar del contrato, me dijeron que los abogados de la editorial habían recomendado que no se publique.

-El mundo no se termina con ‘El secreto de Leticia O.’

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 4 octubre 2010 - 9:36 am
Categoría: Teatro

-¡Menuda sorpresa me llevé al ver en el Teatro Arriaga de Bilbao la representación de la ópera ‘La coronación de Popea’ de Claudio Monteverde!

-¿Para bien?

-Para muy bien. Me pareció extraordinaria.

-Reconozco que no la conocía. Sabía que era la última ópera compuesta por Montevedi, que es el padre de la primera ópera con ‘Orfeo’. Pero no ha había oído nunca.

-Eso no dice mucho de tu cultura operística.

-No puedo presumir de ella.

-El montaje fue muy bueno. El mérito fue de Emilio Sagi.

-¡De la música, que voy a decir!

-Me gustaría insistir en la sorpresa que me causó el libreto.

-Ya estás echando el mérito a tu terreno.

-Un texto de sorprendente modernidad para ser de mediados del siglo XVII. La valentía del planteamiento, su amoralidad, su desarrollo técnico, su equilibrio.

-Digamos que el autor del libreto es Giovanni Francesco Busenello. Nunca se los cita.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 1 octubre 2010 - 4:13 pm
Categoría: Teatro

-Déjame que te cuente una cosa ocurrida hace ya unas décadas.

-¿Es una batallita?

-Es una anécdota de LA que, yo al menos, puedo sacar alguna enseñanza.

-Estábamos reunidos en el Teatro Beatriz de Madrid un elevado número de gente joven relacionada con las artes escénicas. Nos había reunido un nuevo responsable público del sector. Se estaban proponiendo las posibles iniciativas para dar paso a nuevos profesionales en los diversos campos del teatro. Hablamos unos cuantos haciendo algunas propuestas generales con la oculta intención de conseguir la ayuda oficial a los proyectos propios. La mayoría nos quedamos sorprendidos cuando subió a la tribuna un señor ya mayor, de unos sesenta años, supongo, a exponer sus nuevos proyectos y reclamar ayudas y apoyos para ellos. Los jóvenes presentes allí en ese momento, recuerdo que le abucheamos y hasta le ridiculizamos por presentarse allí con sus muchos años a reclamar esa ayuda destinada a los nuevos proyectos.

-¿Esa es la anécdota con moraleja?

-La moraleja la debo sacar yo que tengo ahora más años que aquel señor mayor de entonces.

-¿Vas a pedir una subvención para nuevos valores?

-Mi vanidad no me permite ponerme en el riesgo que me abucheen los jóvenes.

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