Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 8 noviembre 2010 - 3:22 pm
Categoría: Teatro

-Había estado diciendo yo que el portazo final de la obra de Ibsen había marcado un hito en la historia del teatro.

-Y también en la historia del feminismo.

-‘Casa de muñecas’ es una obra fundamental en la historia del teatro.

-Yo me refería en concreto al portazo que da Nora, la protagonista, al abandonar s su marido.

-Es el símbolo de su decisión, el emblema de la mayoría d edad de la mujer que deja de estar sometida a su esposo.

-Bueno, pues, fui a ver la nueva representación de la obra de Ibsen, y no había portazo.

-¿No me digas? Estos directores de escena ya no respetan ni lo más sagrado.

-Era una directora.

-Lo mismo da.

-Nora, al salir, deja la puerta abierta y se ve el resplandor de la luna al fondo.

-La esperanza. Es otra manera de ver el mensaje.

-Pero el portazo es el portazo. ¡El símbolo!

-Tampoco te pongas fundamentalista.

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