Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 25 octubre 2010 - 11:01 am
Categoría: Teatro

-Debo confesar que fue al Teatro Barakaldo a ver la representación de ‘Vaya semanita’ con prejuicio.

-Eso pasa siempre.

-Iba con prejuicio negativo. No me habían gustado sus hermanos mayores. Los ‘cociditos madrileños’, con sus espectáculos intermedios, habían ido, a mi juicio, a peor.

-Hay que añadir que los traslados de programas de televisión y radio al teatro suelen ser complicados.

-Casi nunca funcionan.

-No soy profeta. Pero creo que esta vez funcionará.

-Me gustó bastante más que los espectáculos anteriores.

-Es más gracioso incluso.

-Mucho mejor dirigido.

-Quizá el decorado y el planteamiento escénico sea el punto más débil.

-Tiene buen ritmo.

-Vale. Me alegro. Siempre es mejor que algo guste.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 22 octubre 2010 - 3:26 pm
Categoría: Teatro

-Me voy a sincerar. Me duché y me puse camisa nueva para ir a ver la representación de la obra ‘Fin de partida’ de Samuel Beckett en el Teatro Arriaga de Bilbao. Expertos teatrales, de los que me fío, me la habían recomendado. No podía dejar de verla. Tenía que introducime en el teatro del absurdo por la puerta grande. Además, no podía esperar más. Esa obra ha sido escrita hace más de medio siglo. Se puede decir que es un clásico.

-Enhorabuena por tu buena disposición para ponerte al día.

-Debo decir que no me enteré de nada.

-Es teatro del absurdo. No es para entenderlo. Es para sentirlo. Participar de esa apocalipsis, ese caos, esa angustia en el final de la partida.

-Perdona. Estuve atenta, muy atenta, toda la obra, las dos horas, y no percibí nada de eso que me dices.

-No todo tiene que ser lógico.

-Yo estaba abierta a lo lógico, a lo ilógico, a lo racional y a lo emocional. Puse todos los sentidos. Y ni entendí ni sentí eso que tú dices. Yo no me considero tonta. Por lo tanto, debo concluir que eso que tu dices que viste en la obra, te lo has inventado.

-Tampoco te pongas así.

-¿No consideras lógico que me enfade?

-Lo siento. Por todos es reconocido que ‘Final de partida’ es quizá la cumbre del teatro del absurdo. A Samuel Beckett le dieron hace mucho tiempo el premio Nóbel. El director es muy reconocido y los actores realizaron una interpretación excelente. Sobre todo José Luis Gómez.

-Si tú lo dices, amen.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 21 octubre 2010 - 9:22 am
Categoría: Teatro

-Hay una obra de teatro en la que aparecen desnudos los interpretes, el autor, el director, el escenógrafo y hasta los espectadores.

-Eso tiene que ser todo un espectáculo.

-Además, lleva un título con doble intención. ‘Prot-agonizo’. Lo cogéis. ¿No?

-El objetivo de tanto desnudo es demostrar que todas las personas, -desnudas claro – son muy parecidas.

-Dinos cuál es el truco.

-Se desnuda una sola personas, que es a la vez protagonista exclusiva, autora, directora y ha construido el escenario.

-¿Lo de los espectadores?

-Ella dice que también se pone en el lugar de los espectadores.

-Otra curiosidad. Actúa ella sola. Pero asegura que no es un monólogo. Dice que, si fuera un monólogo, no lo soportaría ni ella.

-Bueno pues …

-Está claro que hay que llamar la atención sea como sea. ¿No?

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 19 octubre 2010 - 9:54 am
Categoría: Teatro

-Me refiero a Carlisle Floyd.

-¡Ah! Creía que te referías a ti mismo.

-Yo no soy autor de ninguna ópera. Soy sólo libretista. Y bien sabes que los libretistas de ópera pintamos menos que nada.

-No es frecuente que los compositores de óperas estén presentes en las representaciones de las mismas en los grandes festivales por una razón muy sencilla. Casi todos están muertos desde hace siglos.

-Así es la ópera. Se representan cosas que pertenecen a tiempos muy antiguos.

-Total que el señor Floyd, que ahora tiene ochenta y tantos años, asistió el otro día a la representación de su ópera ‘Susannah’ y fue un acontecimiento.

-Sentiste nostalgia.

-Bueno. En una menor escala, porque la representación no fue en un teatro tan grande, también he recibido los aplausos por ser letrista.

-¿Qué te pareció ‘Susannah’?

-Bien. Se nota su modernidad. Sobre todo el ritmo de la acción y en la caracterización de los personajes.

-Le puede faltar solemnidad.

-Eso son los signos de los tiempos. Ahora todos somos mucho más descreídos.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 14 octubre 2010 - 10:04 am
Categoría: Teatro

-Ayer me puse nostálgico y fui a ver un vodevil que ya había visto, y en varias ocasiones, hace tres o cuatro décadas.

-¿Te refieres a ‘Sé infiel y no mires con quién’? De su estreno en España hace más de cuatro décadas.

-Bueno, hace más de cuatro décadas, no estaba yo para ver esos vodeviles.

-¿Cómo fue la experiencia nostálgica?

-Bueno, podían haber tratado la obra con más cuidado, más calidad y más cariño.

-Es una obra que no se anda con chiquitas, ni con delicadezas, precisamente.

-En el fondo, es un vodevil bastante cutre.

-No va a pasar a la historia del teatro ni por la profundidad de los personajes ni por el análisis ideológico.

-Yo la voy a defender como el arquetipo del tratamiento de los enredos teatrales con los cambios de parejas, los malentendidos, los cambios de personalidad y los engaños.

-En eso, te doy la razón. Desde el principio, ya aparecen esos enredos y van avanzando con ingenio, complicando cada vez más los engaños y los malentendidos.

-Quiero citar a sus autores, los británicos Ray Coowey y John Chapman.

-Puede ser una obra frívola. Pero tiene su mérito.

-Por eso, digo que, en manos de un director cuidadoso y de unos actores con calidad interpretativa, podía haber sido otra cosa.

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