Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 24 diciembre 2019 - 12:25 pm
Categoría: General

David Barbero

-Ayer acudí, de nuevo, al Teatro Arriaga de Bilbao para ver otra vez la representación de ‘El jovencito Frankenstein’. Actuaban los mismos intérpretes. Había idénticos efectos, canciones, bailes,… Sin embargo, la vivencia fue diferente.
-El motivo de esta diferencia fueron los acompañantes con los que asistí a la representación. Fui con mis nietos. Además de la afectividad dentro del grupo, comprobé, otra vez, la diferente manera que tienen los niños de vivir un espectáculo que les atrae y les engancha. Supongo que también sucederá con una obra que les disguste o les desagrade.
-En esta ocasión, era otro espectáculo paralelo ver cómo se emocionaban, se inquietaban, se alegraban, se mordían las uñas o ponían el ceño con cada acontecimiento que sucedía a los personajes. Sobre todo al monstruo.
-Las dudas iníciales; la curiosidad en el proceso; los temores con las primeras reacciones negativas; la satisfacción con el progreso; el asentimiento con la reconversión; el entusiasmo con las buenas acciones; los aplausos en su baile; la explosión en el triunfo final.
-Las personas mayores acudimos a los espectáculos más condicionados. Vamos con espíritu crítico; con intereses retorcidos. Cargamos con una mochila emocional e intelectual más compleja. Esta mochila se hace todavía más complicada, si tienes alguna vinculación con las artes escénicas.
-Entre las conclusiones que saqué ayer en esta nueva vivencia, destacaba la necesidad de aligerar de prejuicios la propia mochila.
-También me ratifiqué en la conveniencia de dar oportunidades a los más pequeños para emocionarse, dudar, ponerse nerviosos, admirar, inquietarse, entusiasmarse, meterse en la piel, vivir dentro de sus héroes de ficción. En esta ocasión, puede ser el monstruo de ‘El jovencito Frankenstein’ y cualquier otro personaje femenino o masculino.
-Hablando de oportunidades, también lo es, y muy grande, vivir ese otro espectáculo más cercano.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 21 diciembre 2019 - 11:02 am
Categoría: General

David Barbero

-Deseo atraer la atención hacía el grupo y el proyecto ‘Intxixu & Animal Kabaret’. Se presentaron ayer en la sala cúpula del Teatro Campos Elíseos. Dentro de la programación de Teatro de cerca. Allí exhibieron sus intenciones y mostraron sus propósitos.
-Después de haberlos visto, escuchado y haberme dejado sorprender por ellos, no es fácil llegar a una definición. Quizá afortunadamente. Aportan muchos elementos. Algunos complementarios y otros suplementarios.
-Tienen un amplio porcentaje de mestizaje. Hay tradiciones musicales variadas; canciones con y sin pentagrama; aportaciones teatrales; monólogos; reivindicaciones sociales; protestas; denuncias de actualidad y hasta guiños al público en euskera y castellano.
-Entre las referencias directas, se cita a Jean Cocteau y a Ángela Figueras. Se integra el kabaret, por supuesto alemán y con k. Se alude a Balzac y a George Sand.
-Es posible que alguien encuentre alguna sugerencia de Albert Pla. O quizá no.
-El grupo está integrado por Intxixu Valbuena, Gorka Benítez, Aitor Aguiriano, Iñigo Elexpuru, Carlos Panera y Yurena Gordon.
-Ayer hicieron una presentación en sociedad entusiasta. Fueron acogidos por un público amplio y entregado.
-Yo saqué la conclusión de que merece la pena seguirles la pista.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 20 diciembre 2019 - 12:20 pm
Categoría: General

David Barbero

-La representación de ‘El jovencito Frankenstein’ me pareció ayer un ejemplo claro de que una comedia musical, para que guste, debe funcionar como un mecanismo de relojería. Y para que funcione como un reloj, deben estar encajadas y engrasadas hasta las piezas más pequeñas.
-Situémonos en que ayer arrancó en el teatro Arriaga de Bilbao, la temporada teatral de navidad. Para ello, ha sido elegido este musical, originariamente escrito y dirigido por el gran Mel Brooks. Tendrá numerosas representaciones. Ocupará el escenario municipal bilbaíno hasta final de año.
-Vayamos con la demostración de la tesis expuesta al comienzo de este comentario con el símbolo del reloj.
-Este ‘Frankenstein’ es el fruto del riguroso planteamiento y desarrollo que ha llevado a cabo la empresa Letsgo, creada ahora hace 10 años en Bilbao. Durante ese tiempo, ha levantado toda una ‘industria’ del musical basada en el trabajo metódico y riguroso. La base elegida es hacer bien cada uno de los elementos del espectáculo. Esto lo han tenido siempre claro los dos Iñakis Fernández, hijo y padre.
-Una mano fundamental, también en este espectáculo, es la dirección de Esteve Ferrer. Sus bases de trabajo, en esta ocasión y en todas, son la rigurosidad y el ritmo. La rigurosidad hay que aplicarla en todos los detalles. El ritmo es elemento esencial, sobre todo, para lograr la comicidad.
-Dentro de estas preocupaciones prioritarias, está la adaptación de las letras y las referencias a cada momento y lugar. Desde luego, la meticulosidad en los elementos técnicos como iluminación, escenario, vestuario, maquillaje, hasta las sonrisas de las bailarinas…
-Algo que hay que cuidar con rigor es la interpretación. Mejor, las interpretaciones. La actoral, la musical, la de danza. Con una exigencia generalizada de calidad. Y también con una preferencia por interpretes integrales, que se muevan bien en todos los campos. En este espectáculo, habría que citar a todos. Dado su número, se puede destacar a Víctor Ullate, Teresa Vallicrosa, Jordi Vidal, Marta Ribera, Anna Herebia, Albert Gracia…
-Funciona, asimismo, el convencimiento de que es preciso cuidar los detalles que parecen ajenos. Desde la comunicación dirigida por Itxaso Barrios hasta los programas de mano diferentes. Desde los testimonios y las entrevistas hasta las formas de implicar a los espectadores en la producción.
-Con todas estas piezas, encajadas y engrasadas con mimo artesanal, el ‘reloj’ de Frankenstein puede funcionar como funciona.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 16 diciembre 2019 - 11:52 am
Categoría: General

David Barbero

-Mi osadía no llega a pretender imitar a Pablo Neruda. Pero deseo escribir palabras tristes, por lo menos agridulces, esta noche. Ha comenzado el periodo de despidida a la pieza ‘Alicia después de Alicia’, del laboratorio Kabía.
-Es una obra a la que voluntariamente me he unido de una forma muy especial. Yo he puesto afecto y admiración. En recompensa, he recibido emociones y gratificación.
-Tuve ocasión de poder asistir a algunos ensayos antes de que naciera. Desfruté del ensayo general. Me conmoví en su estreno. He vuelto a disfrutar en otras varias representaciones en diversos espacios. Tuve el honor de que me encargaran el prologo para la publicación de su texto. Me he alegrado de los premios que ha recibido. La he recomendado a todas las personas que he podido. Y los que me han hecho caso, me lo han agradecido.
-Ayer acudí, en Pabellón 6, a una de las representaciones de este periodo de despedida. Se merecía una vida más larga. Pero el mercado teatral es así de insensible.
-Allí siguen renovados Borja Ruiz, Emilio Encabo, Alicia Lor, -perdón, Juana- Yolanda Bustillo, Javier Liñera, Florentino Badiola, Haisea Aguila, Karol Benito, Bea Insa…
-Es una pena que no exista eso que algunos llaman la vida eterna. Los muertos – vivientes podrían disfrutar de infinitas representaciones de ‘Alicia después de Alicia’.
-Pero todavía quedan representaciones en esta mini temporada de clausura en Pabellón 6. Sería un error no aprovecharlas.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 15 diciembre 2019 - 10:59 am
Categoría: General

David Barbero

-Ayer asistí, en el coqueto teatro Campos Elíseos de Bilbao, a la representación del espectáculo unipersonal de la actriz Antonia San Juan, titulado ‘Mi lucha’.
-Para una definición más exacta, hay que advertir que es unipersonal en lo que se refiere al número de intérpretes. Sólo actúa Antonia San Juan. Pero no en lo que se refiere a los personajes interpretados. Ella sola encarna a más de quince.
-Cuando caminaba hacia el teatro, llevaba yo la incógnita de lo que podía significar en concreto ese título. Al salir, me había quedado claro que Antonia San Juan ha querido reflejar cuál es su lucha en contra del machismo, de la hipocresía, del autoritarismo, de la envidia, de la injusticia… Y además, lo hace con toda valentía y del modo más directo.
-Aprovecha los diversos personajes que va encarnando para realizar una crítica de las lacras que invaden la sociedad actual. Unas veces, las más, utiliza el humor: Otras, las menos, lo hace con drama, En los dos géneros se mueve con soltura.
-Para ello, cuenta con textos de Feliz Sabroso, Pedro Almodóvar, Enrique Gallego o Arthur Lee Kopit. Pero es ella la que los dirige, los adapta y los encarna a su manera. Lo convierte todo en un espectáculo personal, muy a su media y de acuerdo con su decidida intención.
-Normalmente, en estos comentarios, no doy de modo directo mi opinión personal sobre el espectáculo que veo. Considero que importan poco mis gustos personales.
-Pero, en esta ocasión, deseo decir que este espectáculo me ha cambiado la idea que yo tenía, quizá por un conocimiento insuficiente, de Antonia San Juan. Me ha parecido que tiene y desarrolla unas muy elevadas cualidades como actriz y como directora de teatro. Además, he visto que su planteamiento vital, su personalidad, su compromiso y su actitud son consistentes, fundamentados y valientes. Se puede coincidir o no con ellos. Pero ahí están muy bien expuestos teatralmente.

Esta página web utiliza cookies para mejorar tu visita adaptando la navegación a tus preferencias.
Para seguir navegando tienes que Aceptar las política de cookies. Más información