Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 13 septiembre 2015 - 12:21 pm
Categoría: General

David Barbero

-Ayer estuve viendo en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao la obra ‘Reikiavik’, escrita y dirigida por Juan Mayorga, interpretada por César Sarachu, Daniel Albadalejo y Elena Rayos.
-Me pareció tan interesante, tan rica y también tan compleja por los muchos elementos existentes en ella, que hoy volveré a verla.
-Tengo amistad con Juan Mayorga. En otras ocasiones, le he manifestado con sinceridad mi valoración no tan positiva de sus obras. Siempre con la relatividad que implica hacer valoraciones. Ayer, le dije que le felicitaba por haber escrito y dirigido esta obra tan ambiciosa y potente en tiempos en que se tiende a escribir teatro fácil y ligero.
-Por hacer también fácil y ligera la información sobre esta obra, se dice que ‘Reikiavik’ trata sobre el campeonato mundial de ajedrez que disputaron en esta ciudad Bobby Fischer y Boris Spasski. No se puede decir que esa información sea falsa. Responde a la realidad. Esta obra hace referencia a ese acontecimiento ajedrecístico.
-Pero la obra de Juan Mayorga va más allá. Hace un juego de personajes, personas e intérpretes más profundo y analítico. Los personajes y las personas juegan al juego de Reikiavik, al juego de lo que somos y lo que no somos, lo que queremos ser y lo que tampoco queremos ser, lo que nos hacemos y lo que nos hacen. El juego de la identidad y del nombre. De la esencia y de la circunstancia.
-Ya para empezar los nombres que aparecen en el programa de mano no son Fischer y Spasski sino Waterloo y Bailén. Y ellos se van transformado, o no, en otros muchos personajes.
-Es un juego interesantísimo, apasionante y, a la vez, difícil de realizar. Implica un análisis ingenioso, hábil e inteligente en la construcción de la obra.
-El autor evidencia un gran esfuerzo en el planteamiento ideológico y hasta filosófico. Ofrece una construcción valiente y profunda para meditar sobre ella.
-Hay asimismo una reflexión enjundiosa que ha requerido, y requiere cada día, un gran esfuerzo por parte de los actores que deben estar constantemente adoptando las sucesivas identidades. Un trabajo también muy milimétrico que el director ha realizado con meticulosidad.
-Hay también un trabajo que debe hacer el espectador. No se puede asistir a esta obra de modo pasivo, distante y plácido. Exige la mayor atención, la implicación, el compromiso. Como recompensa, puede aportar el orgullo y la satisfacción de ser un auténtico espectador de teatro.
-En definitiva una aventura que enriquece el teatro en tiempos en los que se prima lo instantáneo y superficial.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 13 septiembre 2015 - 11:19 am
Categoría: General

David Barbero

-Sé que lo normal es no repetir las obras de teatro que has visto. Yo no suelo seguir esa costumbre. Repito con bastante frecuencia. Por llevar más la contraria, no sólo repito en las obras que me han gustado sino también en obras que no me han interesado. No es por masoquismo. Pongo en duda mi criterio o mi capacidad y me doy otra oportunidad para apreciar una obra, que quizá no he sabido o podido comprender en su totalidad.
-Viene esa larga introducción para explicar que ayer volví a ver ‘Una boda, un bautizo y un elefhante’. La había visto el día de su estreno en la Sala Rekalde de Bilbao, dentro de un proyecto llamado Escaparateatro. No me interesó. No me estimuló. Lo digo con toda la subjetividad que eso implica. A otros les pudo parecer maravillosa. Incluso recuerdo que me disgustó que mi amigo y admirado Alex Angulo estuviera allí.
-Expliquemos que es un espectáculo compuesto por tres obras cortas de autores distintos: Idoia Bilbao, Patxo Telleria y Rulo Pardo. Está dirigido por Gemma Martínez y Rulo Pardo. No es una obra costumbrista y realista. Tiene toques de farsa incluso un tanto surealista y con un trasfondo de crítica fuerte a la sociedad actual.
-Ahora se planteaba en un escenario distinto. Un teatro más ‘normal’ con lo relativo que eso es. Había más espacio. Los actores se podían mover mejor. La acción transcurría con más fluidez.
-Mi impresión ha sido bastante diferente a la inicial. Notablemente mejor. Y no por ser en otro espacio. El verbo gustar me parece difícil de aplicar. Diré que no me gusta usar el verbo gustar a la hora de valorar las obras, aunque toda valoración sea subjetiva. Diré que me interesó mucho más la obra y la interpretación y el contenido y la crítica y su surealismo y su trasfondo.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 11 septiembre 2015 - 7:17 pm
Categoría: General

David Barbero

-Si la memoria no me falla, el espectáculo anterior firmado e interpretado por Ángel Martín y Ricardo Castella se titulaba … ¿Cómo se titulaba? Creo recordar que ‘Nunca es tarde’. O algo parecido.
-Era un ‘espectáculo unipersonal’ a cuatro manos, ya que intervenían los dos. El escenario estaba ocupado por instrumentos musicales de diverso tipo. Los dos los tocaban y además cantaban.
-Entonces trataban de hacer sobre el escenario una imitación de una serie de televisión.
-Ahora Ángel Martín y Ricardo Castella presentan en Bilbao, en el Palacio Euskalduna un ‘espectáculo unipersonal’ a cuatro manos titulado ‘Love pain love’. Lo vi ayer. Tratan de imitar una película sobre el escenario. También hay muchos instrumentos musicales que ellos tocan y además cantan.
-Bien. La gente se rió. A mí me pareció un poco complicado. No sé si es la palabra exacta. Pero seguramente fue culpa mía. Lo hacen bien.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 11 septiembre 2015 - 6:26 pm
Categoría: General

David Barbero

-Ayer fui a ver y oír adaptación teatral de la película de Woody Allen, ‘Si la cosa funciona’. La ponían en el Palacio euskalduna de Bilbao.
-Woody Allen me cae bien. No me gusta absolutamente todo lo que hace. Pero confiero que sintonizo con su manera de ver la vida y conecto con sus películas y con sus textos.
-Recuerdo la película con este mismo título. Es muy representativa de la ‘ideología’ del Woody Allen. El protagonista, Boris, es un reflejo de su manera de ser y de pensar. Lo utiliza para exponer sus opiniones y sus críticas sobre la sociedad actual y sus análisis de la idiosincrasia del ser humano.
-Me parece que el humor de Woody Allen es más ironía que risa. Pero a bastante gente, le hace también gracia.
-La adaptación teatral está firmada por Luis Colomina. La dirección es responsabilidad de Alberto Castrillo Ferrer. Los productores han tenido buen cuidado en elegir como protagonista al popular actor cómico de televisión José Luis Gil, sobre el que recae casi todo el peso de la obra.
-José Luis Gil también me cae bien.
-Sin embargo me pareció que el espectáculo teatral no iba en la misma línea que la película. Se preocupa mucho más de conseguir la risa que de ironizar sobre los hombres y la sociedad que han montado. Las escenas están orientadas a provocar el gag inmediato y la exageración graciosa.
-Es otra manera de hacer. Me pareció.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 11 septiembre 2015 - 5:56 pm
Categoría: General

DAVID BARBERO
Este fin de semana recoge ya las últimas representaciones teatrales de las obras anunciadas en la Semana Grande de Bilbao. Así, estos días se convierten en la despedida de esa mini temporada escénica que ya ha adquirido carta de naturaleza. Todavía conviven obras que han ocupado los escenarios festivos y obras nuevas que se acogen a la nostalgia del verano que termina.
WOODY ALLEN
Entre las obras nuevas de esta semana, hay que citar a ‘Si la cosa funciona’ sobre un texto del polifacético Director cinematográfico Woody Allen. El argumento ya desarrollado en el cine recrea la historia de un moderno Pigmalión para analizar las contradicciones internas del ser humano. Entre los atractivos añadidos está la presencia del popular actor José Luis Gil y del director Alberto Castrillo Ferrer. El humor y la ironía típica de Allen están muy presentes en toda la obra, que se representa en el palacio euskalduna.
MAYORGA
En el teatro Campos Elíseos, se presenta la obra ‘Reikiavil’ en la que Juan Mayorga asume la dirección de su propio texto. El argumento se centra en la disputa del campeonato de ajedrez en 1972 entre Bobby Fischer y Boris Spasski. Con esa anécdota se analizan la sociedad, la guerra fría, el teatro y la vida de unos y de otras. Entre los alicientes, está la labor interpretativa del trío protagonista, encabezado por César Sarachu, acompañado por Daniel Albadalejo y Elena Rayos.
LOVE
El amor es el eje central de la obra ‘Love pain Love’ que Ángel Martín y Ricardo Castella presentan en otra de las salas del Euskalduna. Tiene como hilo conductor la vida sentimental de Rayn, un verdadero desgraciado en lo que a relaciones sentimentales se refiere. La música en directo y un derroche de imaginación colocan sobre el escenario las escenas de una comedia romántica inventada para el cine
CÚPULA
En la Sala Cúpula del Campos Elíseos, el señor Corrales propone su espectáculo ‘Sí, tú puedes’. Mediante la participación del público, logra que todos rían, reflexionen y se emocionen.
MUSICALES
La principal herencia que se mantiene desde Aste Nagusia se centra en los musicales: ‘The Hole 2’, en el auditórium del palacio Euskalduna, ofrece sus atrevidas y divertidas frivolidades; Sister Act’, en el teatro Arriaga muestra las cualidades de un buen espectáculo completo dirigido a todos los públicos; y ‘Chichinabo cabaret’ en Pabellón 6, muestra el divertido espectáculo que tiene lugar dentro del cerebro de cada uno de los espectadores. Por las entradas sacadas con antelación, no parece que los patios de butacas vayan a estar desiertos.
COMICIDAD
En el palacio Euskalduna, sigue, entre las obras que ya han estado presentes durante la Semana Grande, ‘Tuppersex’, una comedia bi personal basada en la venta de objetos eróticos con la única intención de divertir.

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