David Barbero
-Soy consciente de que el título de este comentario necesita una explicación. Voy a intentar darla un poco más abajo. Antes, quiero situarme. Esta noche, en un horario más tardío de lo normal, he acudido al teatro Campos Elíseos de Bilbao para ver la última obra interpretada, escrita y dirigida por Rafael Álvarez, ‘El brujo’, con el título de ‘El viaje del monstruo fiero’.
Todos sabéis que el polifacético hombre de teatro y sobre todo muy virtuoso intérprete viene desde hace décadas prestando una atención muy destacada y también muy peculiar a los clásicos españoles. Lo ha hecho, además de a su manera, por su cuenta y riesgo, recorriendo todos los teatros de la península. Insisto en lo de su cuenta y riesgo. Realizando todos los oficios teatrales incluidas también las labores de producción.
También hay que advertir que últimamente, aunque anuncia que sus obras tratan sobre los autores clásicos españoles del siglo, a la hora de la verdad él, sobre el escenario, habla de todo menos de eso, aunque lo hace bien y al gusto del público.
Esta vez ha habido una novedad en eso de hacer las obras por su cuenta. Es lo que deseaba insinuar en el título del comentario. Por primera vez, la Compañía Nacional de Teatro Clásico ha acogido el estreno absoluto de esta obra ‘El viaje del monstruo fiero’, que ahora ya está de gira y esta noche ha aterrizado en el escenario de este teatro bilbaíno. Yo lo he calificado como ser admitido, metafóricamente, en la Academia.
He tenido interés en destacar ese detalle. Quizá un poco tardío. Pero es que las academias suelen ser muy ortodoxas y todos sabemos que ‘El brujo’ es muy suyo y le gusta hacer las cosas a su manera o a su aire, aunque las haga como nadie. Pero no soy yo quien para meterme donde nadie me ha llamado y decir lo que otros debían haber hecho o no.
‘El viaje del monstruo fiero’, que he visto esta noche, resulta ser como la mayoría de las obras de Rafael Álvarez. Teóricamente se anuncian como un homenaje escénico a través de textos clásicos de autores tan prestigiosos y reconocidos como Lope de Vega, Quevedo, Cervantes, Santa Teresa de Jesús o San Juan de la Cruz. Pero sobre el escenario se vuelve a escuchar de todo. Y se asiste a una demostración de las cualidades interpretativas del actor.
En sus palabras textuales, «los actores de entonces eran los artífices de ese fenómeno teatral vivo del espectáculo que se producía en los corrales de comedias. Todo esto es la esencia del teatro del Siglo de Oro español. Yo me considero heredero de ese linaje porque mi trabajo ha sido enfrentar esa dificultad durante toda mi vida».
El Brujo, teóricamente, en esta obra parte de una loa de Lope de Vega de 1607 en la que propone un enigma cuya respuesta es el actor: «¿Cuál es aquel monstruo fiero que nació de nobles padres y parió una madre sola y de muchas madres nace?». A partir de ahí, , también teóricamente, debía iniciar sobre el escenario un viaje personal a través de diversos textos de estos autores.
El hilo conductor debía tener la finalidad de poner en valor la ermanencia en la actualidad del legado de los comediantes del Siglo de Oro de los que se siente heredero.
«Este viaje del monstruo es mi propio viaje a través de los escenarios donde todavía se celebran los vestigios de la gloria irrepetible del Siglo de Oro español. El público me hizo monstruo fiero por necesidad y así cumplí con mi parte de la herencia. Soy un bululú», asegura sobre sí mismo.
Rafael Álvarez ha estado haciendo esta tarde sobre el escenario lo que mejor sabe, teatro a su aire y a su estilo, acompañado por Javier Alejano como músico en directo. Ha explicado que en el Siglo de Oro «dentro de las diferentes modalidades de los integrantes de las compañías, el bululú es un solo actor. Eso es lo que yo practico: un bululú con rabel. Esto es lo que vengo haciendo durante más de veinte años de una manera sistemática, con muchos títulos». Eso es lo que nos ha mostrado con su personalísima manera de interpretar.
Creo que no tengo yo nada más que añadir. Salvo que el teatro estaba completamente lleno, que el público le ha recibido con aplausos, que ha reído y festejado todas sus gracias y que él ha realizado una exhibición de su virtuosismo interpretativo, y que al finalizar, los aplausos han sido largos, sonoros y entusiastas.
Esta entrada se escribio el domingo, 21 septiembre 21 2025 a las 0:42 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.