-Mi buena amiga, te recuerdo que no es correcto alegrarse del mal ajeno.
-Nadie se debe alegrar de que a los ingleses les vayan mal las cosas.
-Tienes razón. Pero es que los ingleses …
-A mí, me parece muy explicable ese sentimiento. Resulta que los ingleses, tan chulitos ellos, tan suyos, van y dicen: nosotros no quedamos contaminarnos con la moneda única, No queremos mezclarnos con demás. Nosotros somos especiales. Pues ahora que les den por la diferencia.
-Siempre han querido ser diferentes al resto de los europeos.
-Era evidente que caminando solos, se va peor y hay mas peligros.
-Los muy señoritos, que todavía van presumiendo de los años del imperio, tendrán que arrodillarse y pedir la entrada en la moneda única.
-No sé si su soberbia se lo permitirá.
-Bueno. Peor para ellos.
-A mí, los ingleses y las inglesas me caen bien.
-¿Tú también tomas el té a las cinco de la tarde?
-Lo que quiero decir es que en Gran Bretaña, como en todos los sitios hay de todo.
-Pero allí, hay más ingleses que en ningún otro sitio.
Esta entrada se escribio el Lunes, 26 enero 26 2009 a las 12:07 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.