Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 4 enero 2010 - 12:03 pm
Categoría: General

-¿Has hecho propósito de al enmienda de cada a este año que ahora comienza?

-¿Debería hacerlo?

-Por supuesto. Tampoco te ha ido tan bien en el anterior. Y la culpa será tuya. ¿No?

-Desde luego, el nueve no ha sido especialmente bueno en lo que se refiere a la producción literaria y teatral. Y eso que era número impar.

-¿No habrás caído tan bajo de echar al culpa a la mala suerte?

-Tentación sí que he tenido.

-Por ese camino, no llegarás a ningún sitio.

-Para este nuevo año, mis deseos van encaminados hacia…

-Lo de los deseos no va a ningún sitio. Márcate un propósito.

-Bueno. Vamos a allá con los propósitos. Tengo dos.

-¿Concretos?

-Muy concretos: Uno, para las obras de teatro y otro para las novelas.

-¡Vamos! Exponlos.

-Si los deseos hay que mantenerlos en secreto, los propósitos también.

-Así puedes decir al terminar el año que los has conseguido.

-Es imposible mentir. Son tan concretos que o se cumplen o no se cumplen. Así de claro.

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