Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 25 agosto 2010 - 9:41 am
Categoría: Teatro

-Tras ver ayer la obra teatral ‘Sexos’ me fui a casa pensando cómo la podría definir. El concepto que más veces me vino a la mente fue el de vodevil.

-También, comedia de enredo.

-Ellos lo llaman comedia ácida.

-Antes se hablaba de comedia de puertas. Se refería al juego de entradas y salidas para evitar que los amantes clandestinos o furtivos fueran sorprendidos por las esposas o los esposos legales.

-El montaje lo pone fácil para esa identificación. El escenario es una pared de madera lleno de puertas, por las que salen, corren y se esconden los diferentes actores.

-También hay ese juego de intercambio de parejas.

-Dejémoslo, entonces, en comedia de puertas.

-Pero ácida.

-Y moderna. Hay un intento claro de hacer algo adecuado a los tiempos.

-Mucha complicidad con el público.

-Los personajes hay que llevarlos al extremo. Unos caracteres muy exagerados.

-Eso da mucho juego. Sobre todo en la comedia.

-El lenguaje es eso que se llama crudo, basado en el uso de lo que se considera palabrotas.

-Pero funcionó. La gente se rió mucho y aplaudió.

-La clave de una comedia está en que los actores sean buenos y tengan vis cómica.

-Es importante es que el público los considere cómicos. Eso es fundamental.

Esta entrada se escribio el Miércoles, 25 agosto 25 2010 a las 9:41 am. en la categoría: Teatro. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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