Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 18 marzo 2012 - 12:43 pm
Categoría: Teatro

 

-Ayer fui a ‘La escuela de desobediencia’ en el teatro Baracaldo.

-Hasta ahora, ¿has sido muy obediente?

-Es una obra de teatro hecha con textos clásicos de los siglos XVI y XVII. Un autor actual, Paco Becerra, ha realizado la dramaturgia. Lo dirige Luis Luque.

-Por citar a todos, digamos que las actrices son María Adánez y  Cristina Marcos.

-Si quieres citar a todos, no te puedes olvidar de la soprano Rosa Miranda y de Sofía Alegre, que toca la viola de gamba.

-¿Qué pasa con los técnicos y productores?

-La tesis de la obra es la siguiente: hay que desaprender lo que te enseñan para acomodarte a las exigencias de la sociedad.

-Para eso, te enseñan otras cosas. Más o menos, las contrarias.

-Tú has titulado ‘escuela de sutileza’.

-A estas alturas, ya se puede enseñar lo que se quiera. Tiene tanto valor una cosa como la contraria. ¿O no?

-¡El teatro no es una escuela!

-¿No me dirás que está  mal dirigida e interpretada?

-No te lo digo. Pero en las escuelas, las cosas se dicen directamente, se exponen, se llaman por su nombre. Se da doctrina por un lado o por otro. En el teatro, se sugieren, se aluden, se deja al espectador que las imagine.

 

Esta entrada se escribio el Domingo, 18 marzo 18 2012 a las 12:43 pm. en la categoría: Teatro. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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