Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 26 mayo 2012 - 5:01 pm
Categoría: General

-Estuve ayer viendo la representación de la ópera ‘Nabucco’ de Giuseppe Verdi en el palacio Euskaduna de Bilbao. Es la obra que cierra la actual temporada de la ABAO.
-Para situar los acontecimientos, digamos que las cinco representaciones de Nabucco están teniendo lugar simultáneamente a un destacado acontecimiento deportivo. Bilbao ha estado conmocionado con ocasión de que el equipo de fútbol de la ciudad ha jugado y perdido la final del campeonato de copa en este deporte.
-¡Bilbao es villa!
-Esta ópera se ha representado en Bilbao más de veinte veces dentro de las diversas temporadas de la ABAD. Es una de las más queridas.
-La que se está representando ahora es una producción internacional promovida por el Teatro regio di Karma.
-Déjate de introducciones. ¿Te gusto o no te gustó?
-Es una ópera muy importante dentro de la trayectoria de Verde. Significa el arranque de su época más brillante.
-¿Nos vas a dar ya tu opinión o no?
-Una de las características de esta ópera es la grandísima exigencia vocal, sobre todo, en los dos protagonistas: Nabucodonosor y Abigaille.
-¿y?
-Ganó ella. La soprano. Era María Guleghina. Es una de las grandes. Tiene una fuerza tremenda. Se llevó muchos más aplausos.
-Otro de los retos es la actuación de la orquesta. Intervenía la del Teatro regio de Parma. El maestro Máximo Zanetti salió airoso.
-¿Qué pasó con el ‘Va, pensiero’?
-El coro de la opera de Bilbao tiene un muy merecido prestigio. La interpretación de ‘Va, pensiero’ es un reto para todo coro de opera. Lo cuidaron mucho. Incluso estéticamente. Todos los miembros arropados, unidos, bien iluminados. Estuvieron perfectos. El director Boris Dujin estuvo firme en la conducción. Imprimió el carácter de lamento ante la situación de opresión que padece en pueblo hebreo en ese momento.
-Entonces, todo bien. ¿No?
-Quizá fallaron los aspectos más estrictamente teatrales. La atmósfera de la representación. La lucha por el poder. Los decorados pudieron ser planos. El vestuario, monótono. Quizá el ritmo no contribuyó a contagiar a los espectadores.
-Es preciso destacar un aspecto importante en esta ópera. Es el espíritu nacionalista, patriótico, que imprime Verdi. Insiste en el recurso de utilizar el pueblo hebreo, elegido de Dios pero oprimido por monarcas extranjeros que luchan por el poder, como Nabucodonosor o Abigaille. Lo compara, lo identifica, con el pueblo italiano. Hace que los hebreos canten varias veces, ‘Oh, patria mía’.
-En ese aspecto, el ‘Va, pensiero’ del coro es emblemático.
-Eso, en Bilbao, tendrá un gran eco.
-Bueno. No creas.
-Los tiempos han cambiado mucho. Ahora ya las ideas sociales no se transmiten a través de acontecimientos culturales de élite.
-Estoy de acuerdo. Hay mucho más nacionalismo y mucho más patriotismo en los seguidores de fútbol.
-¡Estábamos hablando de ópera!
-En conclusión, un ‘Nabucco’ interesante, aunque con algún altibajo.

Esta entrada se escribio el Sábado, 26 mayo 26 2012 a las 17:01 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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