Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 4 marzo 2013 - 1:35 pm
Categoría: General

-Fui ayer al Teatro Campos Elíseos con un cierto temor.
-No te convencen los monólogos.
-Criticaste incluso el día anterior el derroche de facultades de Manel Barceló ante los villanos de Shakespeare.
-El monologo de ayer se titulaba ‘La lengua madre’. El texto era de Juan José Millás, ilustre escritor, y la interpretación de Juan Diego.
-Creo que te olvidas de alguien importante. El director era Emilio Hernández.
-Te noto más reconciliado con este monólogo.
-Hubo una diferencia. Pensaron en el público. Se preocuparon de gustarle. Crearon un personaje atractivo. El texto también tenía estructura de conferencia. Pero en lugar de darla un falso, distante y altanero actor ingles, la daba un muy ingenuo profesor de gramática, que conectaba muy bien con el público y permitía su identificación.
-Además daba el punto de comicidad con sus exageradas pero calculadas ingenuidades.
-Juan Diego también hizo una demostración de todas sus calidades como actor. Pero no fue una exhibición directa. Fue más astuto. La utilizó para conquistar al público.
-Quizá la astucia se le puede atribuir al director, Emilio Hernández.

Esta entrada se escribio el Lunes, 4 marzo 4 2013 a las 13:35 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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