Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 26 septiembre 2014 - 1:17 pm
Categoría: General

-Uno decía: ‘Y, además, ha sido larga’. Otra: ‘Totalmente desquiciada y sin sentido’. Alguien añadía: ‘Al director se le he ido la olla’. ‘No me esperaba esto’. ‘Los adaptadores han tenido mejores días’.
-Estos comentarios se hicieron anoche al salir del Teatro Arriaga de Bilbao, después de ver la representación de ‘Los Mácbez’.
-Esos son los comentarios que tú oíste. Los de tu grupo cercano. Pero no fueron los únicos. No puedes manipular así la opinión general.
-‘Los Mácbez’ es una adaptación de ‘Macbeth’ de Shakespeare. No hace falta decirlo. El texto lo firma Juan Cavestany. La dirección es responsabilidad de Andrés Lima.
-La característica más destacada es que la acción se traslada a la Galicia actual. Así la ambición de Macbeth por conseguir el poder no se desarrolla en el reino de Escocia sino en la Xunta autonómica de Galicia en este mismo momento.
-¡Menudo cambio! Eso tiene que chirriar.
-Tiene la ventaja de que en Galicia también hay meigas. Eso permite un juego simbólico con las brujas originales.
-Los comentarios negativos señalados al principio no aludían a los actores. Se reconocía que habían hecho un trabajo duro y sacrificado. A lo máximo que se llegaba es a decir que ese esfuerzo era digno de mejor causa.
-Yo me atrevo a decir que no estoy de acuerdo con esas críticas tan descalificadoras.
-¿Ni siquiera te pareció larga la obra?
-Lo que quiero decir es que me pareció un trabajo que pretende actualizar un texto clásico duro y complicado. Ese esfuerzo siempre es digno de agradecer.
-No siempre se consigue lo que se pretende hacer.
-Insisto: Es un esfuerzo estimable de aproximación a la realidad actual. Esa es la función del teatro. Así se pueden denunciar los males actuales.
-El director, en el programa de mano, habla de la violencia en la pareja y en la familia.
-Puede decir lo que quiera. Pero, en el espectáculo, no se ve.
-Debes reconocer que, en ese intento, no hay idas claras. Hay muchas ideas. Pero confusas. Para disimularlo, se exagera todo. Se abren muchos caminos de interpretación, porque no se sabe por qué camino se quiere ir.
-Yo me inclinaría por realizar una lectura cómico – absurda del espectáculo.
-¡Ni oí carcajadas ni vi medias sonrisas!
-Por lo menos, un reconocimiento al trabajo realizado es necesario hacer.
-¡Vale! Lo hacemos.

Esta entrada se escribio el Viernes, 26 septiembre 26 2014 a las 13:17 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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