Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 9 enero 2015 - 6:29 pm
Categoría: General

-Fui ayer al Teatro Arriaga de Bilbao a ver ‘Una casa de muñecas’ con muchas curiosidades. Pero sobre todo, con el deseo de ver cómo resolvían el hecho de que las reivindicaciones feministas que plantea Henrik Ibsen al final del siglo XIX ya no son las mismas que se plantean ahora.
-¡O al menos eso parece!
-Las otras curiosidades se centraban en el tratamiento que podían dar a una obra tan conocida, las circunstancias y condicionamientos de presentarlo en el formato pequeño de los ‘cuartitos’ del escenario, la presencia entre el elenco y el equipo artístico de amigos y conocidos.
-Hay un detalle significativo. En el título, han añadido el adjetivo cardinal ‘una’. Ibsen no lo tenía. Una manera de marcar la distancia.
-Debo añadir que las fotos de promoción que había visto en los periódicos me habían desconcertado. Demasiada ruptura. Después, resultó que correspondían a un momento muy concreto.
-Cuanto entré en el escenario, me sorprendió la distribución de las butacas. Me alegró que se favoreciera la cercanía. Aproveché unos sitios libres que había en la primera fila para tener ese contacto más directo.
-Un detalle. Me molestó que los actores dieran en muchas ocasiones la espalda al público. Entiendo que era parte del planteamiento. Pero me impidió ver cómodamente las expresiones de todos los intérpretes.
-En lo fundamental, me pareció que habían sido hábiles en la resolución de mi principal curiosidad: la actualidad o no actualidad de las reivindicaciones feministas de Ibsen y las de ahora. El plantear la función como un ensayo de la obra permite el debate y el posicionamiento de los actores y las actrices sobre ese aspecto.
-También permite un desdoblamiento entre los intérpretes y los personajes representados. Es una constante de los trabajos que he visto de Pako Revueltas, el director y responsable del espectáculo.
-El resto de las curiosidades que llevaba al principio también quedaron resueltas, aunque algunas discrepancias. Lógicamente unos intérpretes me parecieron mejores que otros.
-Quizá con más medios y otro espacio, el espectáculo hubiera sido diferente.
-Pero bien. Los objetivos estaban cubiertos.

Esta entrada se escribio el Viernes, 9 enero 9 2015 a las 18:29 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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