Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 13 noviembre 2017 - 11:30 am
Categoría: General

David Barbero

-Vamos a comenzar por la última consideración. Al salir anoche de la sala La Hacería en Bilbao, reflexionaba yo con mis acompañantes sobre la existencia de una especie diferente entre los intérpretes teatrales. Son los grandes actores de la periferia. No sé si la palabra especie es la adecuada. Raza no lo sería. Quizá idiosincrasia, naturaleza, manera de ser. La palabra no es lo más importante. Tienen una serie de cualidades que los hacen diferentes. Son más naturales, más auténticos, más viscerales, más expresivos, más contundentes, más sólidos. No tienen los tics de los protagonistas de las series de televisión más vistas. Tampoco acusan los manierismos de las masterclases que dan los directores famosos en las capitales. Ni están afectados por el virus de la vanidad o el de soberbia o el de la prepotencia. Han aprendido el oficio a fuego lento, poco a poco, conociendo todos los trabajos de la profesión. Su escuela ha sido la trabajada construcción de personaje tras personaje. De esa experiencia, emanan una sabiduría extraordinaria y una expresividad desbordada.
-Esas reflexiones nos las había inspirado la visión de ‘La semblanza de Maurizio Kartun’ y ‘Cumbia morena cumbia’ en la citada Hacería del Off Bilbao. La interpretación de Manuel Pizarro y de José Antonio Lobato nos había impresionado, sorprendido e impactado.
-Son dos actores curtidos en el oficio teatrero. Radicados en Asturias. Cada uno baluarte de una veterana compañía. Lobato, de Teatro Margen y Pizarro, de Teatro Estudio Gijón.
-Sus actuaciones iban cargadas ayer con todas sus experiencias, aprendizajes y esfuerzos que les han hecho acreedores de ser dos genuinos representes de esa especie de los grandes actores de la periferia. Espero que no esté en peligro de extinción.
-Al terminar la función de ayer, fueron recompensados con aplausos largos, intentos y prolongados. Pero ellos reaccionaron dando ‘muchísimas gracias’ al público. Otro detalle.
-Los que allí estábamos seguíamos impresionados por la extraordinaria labor interpretativa de los dos.

Esta entrada se escribio el Lunes, 13 noviembre 13 2017 a las 11:30 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

6 Comments

    noviembre 14, 2017 @ 16:19 pm


    David: Gracias por detenerte en este tipo de teatro que vemos muy pocos, tú y yo entre otros. Una acotación a tu magnífica crítica. Lobato y Pizarro me recordaron a los tiempos del tardo-franquismo cuando llenábamos los aforos para ver obras de vanguardia y conciertos de protesta. Éramos jóvenes e indocumentados y ahora somos unos pocos y adocenados que no llegan a cuarenta que son los que nos reunimos en la Hacería.

    Comentado por Pablo Setién
    noviembre 17, 2017 @ 11:43 am


    Pablo. ¡Qué tiempos y qué recuerdos! Ahora nos tocan otras circunstancias. Pero hay que afrontarlas con la misma actitud. Nos seguiremos viendo en idénticas esquinas

    Comentado por David Barbero
    noviembre 15, 2017 @ 1:03 am


    Estoy muy de acuerdo con el comentario. Yo vi esta función en el estreno en Oviedo.Son dos grandes actores Lobato y Pizarro. Yo conozco muy bien a Lobato que tiene una voz extraordinaria y mucho oficio.Yo dirigí Teatro Margen treinta y cinco años seguidos.En este país hay muy buenos actores cuando son dirigidos bien y algunos incluso cuando no son dirigidos porque tiran de oficio.Lo peor son los espectadores porque muchos solo van al teatro cuando actúan los de las series de televisión y esos si que no saben actuar.Yo que ya estoy jubilado quiero hacer una “escuela de espectadores” para enseñar a ver y valorar el teatro y que entiendan la dirección de escena.

    Comentado por Arturo Castro Fernandez
    noviembre 17, 2017 @ 11:45 am


    Arturo, me parece una excelente idea esa de la ‘Escuela de espactadores’. Necesaria también para contagiar la pasión por el teatro. Un abrazo.

    Comentado por David Barbero
    noviembre 19, 2017 @ 13:09 pm


    El trabajo da Pizarro y Lobato, íntima y dependientemente ligado al de las demás personas que hacen posible cada representación, sitúan el Teatro, el Arte, en un digno lugar en el mapa de lo socialmente útil y necesario. Gracias.

    Comentado por Mariano Alfonso Colunga
    noviembre 23, 2017 @ 10:31 am


    Mariano,
    Estoy totalmente de acuerdo. Coincido con tu manera de ver el teatro.

    Comentado por David Barbero
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