Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 17 febrero 2018 - 11:32 am
Categoría: General

David Barbero

-Acudí ayer al Teatro Campos Elíseos de Bilbao con mucha curiosidad. Iba a ver la obra ‘El pequeño poni’. Está escrita por Paco Becerra, dirigida por Luis Luque e interpretada por María Adanez y Roberto Enriquez.
-La labor de todos ellos me interesaba mucho. Pero fui decidido a analizar el trabajo de Paco Bazerra como autor. Es compañero de la Asociación de autores de teatro. Allí le he conocido y hablado con él en diversas ocasiones.
-Es de alabar, el primer lugar, que haya elegido un asunto que afecta muy directamente a la sociedad. El acoso escolar es una de las preocupaciones actuales. Todos sabemos que el teatro está para tratar las inquietudes sociales. Pero pocas veces terminamos haciéndolo por diversas causas.
-Otro acierto es afrontar el tema teatralmente. Quiero decir que el teatro tampoco debe ser el lugar para exponer tesis doctrinales o panegíricos morales. Bezerra agarra a los personajes implicados y se pone a indagar en sus entrañas emocionales y vitales.
-Lógicamente establecer como protagonistas únicos a los padres y dejar en el trasfondo al hijo afectado tiene sus riesgos narrativos. Pero también tiene sus ventajas.
-Entre los riesgos, hay que colocar las mayores dificultadles para exponer con claridad los hechos que le suceden al principal protagonista. Es un riesgo que también afecta a los espectadores. Éstos se pueden sentir en tierras movedizas al no tener claras esas bases objetivas.
-Dentro de las ventajas, hay que destacar la posibilidad de construir dos caracteres potentes y situarlos en conflictos personales directos.
-También es arriesgada la decisión de utilizar una narrativa fragmentaria en lugar de una exposición lineal y continua. La dificultad se puede incrementar si los fragmentos elegidos son conversaciones y discusiones. Necesariamente llevan a la subjetividad. Ayudan más a la definición de los personajes que a la exposición objetiva de los hechos.
-Está claro que todas estas decisiones han sido tomadas en unión con el director Luis Luque, que además es amigo personal del autor. Es también una manera arriesgada de trabajar el texto. Es distinto construirlo en la soledad frente al ordenador a ir elaborándolo con la participación incluso de los actores que sugieren conflictos y desenlaces.
-Es indudable que, de esa manera, se pierde el control y quizá la total coherencia. Pero se gana en variedad y riqueza.
-No agotaré la explosión de las reflexiones que me provocó ayer el trabajo de mi compañero Paco Bezerra en ‘El pequeño poni’.
-Está claro que dio mucho de sí y aumentó mi estima hacia él.

Esta entrada se escribio el Sábado, 17 febrero 17 2018 a las 11:32 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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