Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 10 enero 2019 - 2:23 pm
Categoría: General

David Barbero
-Ayer me puse pantalón nuevo para ir al teatro en el palacio Euskalduna de Bilbao. También una camisa recién planchada. Incluso me coloqué, en el cuello, un pañuelo a juego.
-Se estrenaba la obra ‘Puerta con puerta’. Ese estreno tenía un significado mayor. Era el arranque de un proyecto total. Iniciaba la actividad una nueva compañía teatral en el País vasco con unos propósitos especiales y diferentes.
-Esa diferencia está en su decisión de dirigirse al gran público, con vocación abierta, en el campo de la comedia, siguiendo las trayectorias de compañías con proyección en toda la península.
-Esta alusión a la península entera está justificada porque algunos integrantes del nuevo grupo tiene vinculación directa con Portugal.
-Los pilares principales de este valiente proyecto son dos actores cómicos, conocidos y reconcomidos, como son Gurutze Beitia y Josu Ormaetxe.
-Esta explicación viene a cuento de justificar el pantalón nuevo y la camisa recién planchada para acudir al estreno.
-Debo reconocer que también llevaba alguna preocupación cuando me dirigía hacia el palacio Euskaduna. Era consciente de las dificultades del reto. El mundo de la comedia dirigida al gran público es tremendamente difícil y competitivo. Además, había habido, en la pasada Semana Grande bilbaína, un intento previo que, a mi juicio, no dio los resultados deseados.
-No hicieron falta ni cinco minutos de representación para despejar las dudas. La primera escena de ‘Puerta con puerta’, protagonizada por Gututze Beitia, dejaba clara la propuesta. Evidenciaba que se estaba en el camino adecuado. Manifestaba que había calidad interpretativa, exactitud de objetivos y conexión con el público.
-El desarrollo completo del espectáculo terminaba de confirmar esa sensación. Había una manera competente y válida de afrontar el reto con la calidad necesaria, con la complicidad exigible y con los medios eficaces para salir adelante en el empeño. La interpretación era sólida. Había tensión argumental. No faltaba la sorpresa final. Era una pieza con todos los elementos bien integrados.
-Ahí estaban dos intérpretes idóneos para ese exigente trabajo. Gurutze Beitia Y Josu Ormaetxe tienen recursos escénicos, presencia teatral, temple y seguridad en lo que hacen. Conectan con el público, cuando hablan y cuando callan. Poseen ese necesario don de la comicidad. Se lo ‘curran’. Saben que la clave de la comicidad está en los matices, en el tiempo y en el engranaje. Son conscientes de la dificultad del oficio y del proyecto.
-Hay que tener en cuenta, además, que se trataba de la primera representación pública de la obra. Era incluso previa al día del estreno oficial. Por lo tanto, todavía se puede lograr limar alguna arista que quede por pulir.
-En conclusión, ayer se confirmó que hay un proyecto teatral potente, con las ideas claras, una rara avis en el quizá endogámico mundillo teatral del País vasco. Se nota que es una iniciativa surgida desde el teatro, que ha sabido integrar otros elementos procedentes de la comunicación que proporcionan frescura de ideas y elimina prejuicios.
-Mereció, por lo tanto, la pena ponerse pantalón nuevo y camisa recién planchada para estar presente en el acontecimiento. Incluso el pañuelo a juego quedaba justificado.

Esta entrada se escribio el Jueves, 10 enero 10 2019 a las 14:23 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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