Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 16 enero 2020 - 12:03 pm
Categoría: General

David Barbero

-Comenzaré por explicar la intención en el título de este comentario. Se trata de un agradecimiento porque el teatro municipal de Bilbao proporcione, a los aficionados a las artes escénicas, la posibilidad de conocer directamente propuestas interesantes que se realizan en otros lugares.
-Esto sucedió ayer al presentarse la obra ‘Vögel’ (Pájaros) de Wajdi Mouawad, bajo la dirección de Burkhard Kosminski en el teatro Arriaga. Es una producción que procede de Stuttgart. Está hablada en inglés, alemán, hebreo y árabe.
-Trata del conflicto árabe israelí. Lo hace de una manera peculiar. Presenta una historia de violencia, con conflictos personales, enfrentamientos familiares e incluso con diferencias generacionales.
-En el tratamiento escénico, combina las técnicas de thriller con la poesía. Incluso tiene la apariencia de cuento de hadas para adultos. No olvida las referencias a la sabiduría popular en contraste con el mundo tecnificado. Recupera la leyenda persa del pájaro anfibio y la aplica a la terapia individual o social.
-Sobre el escenario, el director hace gala de una imaginativa utilización de recursos ante un texto especialmente denso, y notablemente extenso. Casi tres horas y media de duración. Los actores, desde los más jóvenes hasta los veteranos, dan muestras de una preparación muy consolidada.
-En el mismo teatro, hace no mucho tiempo, se había podido presenciar la obra ‘Incendios’ de este mismo autor. Entonces, había destacados intérpretes españoles como Nuria Espert, Ramón Barea,… Ya allí se podía percibir el intento de Wajdi Mouawad de construir el teatro con la fuerza y la estructura de las tragedias griegas. Pero implicadas en los problemas de actualidad más inmediata. Con esos ‘Pájaros’, esa intención queda todavía más clara.
-Asimismo, se pudo ‘aprender’ la manera directa y abierta de afrontar teatralmente los conflictos y problemas de la sociedad actual. Sin descuidar la profundidad en el tratamiento. Y manteniendo los aspectos estéticos y visuales de la propuesta.
-En la oportunidad de ayer, se pudo constatar otra circunstancia referida al público teatral bilbaíno. No se puede decir que la sala estuviera abarrotada. Pero se demostró que el número de ‘curiosos teatrales’ existentes aquí es elevado. Por las conversaciones, se notaba que el deseo que conocer lo que se hace fuera es intenso. Y además, fue generoso en los aplausos al reconocer el buen trabajo de los que había venido desde lejos.
-Así que bienvenida esa ventana para poder mirar al exterior.

Esta entrada se escribio el Jueves, 16 enero 16 2020 a las 12:03 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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