Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 17 octubre 2020 - 11:17 am
Categoría: General

David Barbero
-Cuando esta tarde caminaba hacia el Teatro Barakaldo, iba pensando en el complicado, para mí, título de la pieza que iba a presenciar. ‘Hombres que escriben en habitaciones pequeñas’. Seguramente pretendía incluirse en la tendencia actual de títulos largos y chocantes. O hacer creer que va más allá de lo evidente. O podría ser un camino hacia el teatro del absurdo.
-También me descolocaba que, en la producción, estuviera el Centro dramático nacional, en unión con otras compañías privadas, más relacionadas con proyectos cómicos. El CDN suele estar vinculado con proyectos incluso solemnes.
-Los intérpretes incluidos en el elenco tienen más fama por sus actuaciones humorísticas. Pero tampoco están carentes de proyectos en los que han demostrado su calidad interpretativa.
-El autor de texto, Antonio Rojano, ha estado relacionado últimamente con el ‘Ricardo III’ de William Shakespeare y el teatro kamikaze. Es un andaluz joven pero con una carrera fulgurante. Sobre todo, en los centros públicos y oficiales. También ha dado saltos internacionales.
-El director, Víctor Conde, asimismo joven. Ha estado metido a la vez en proyectos grandes, como el musical ‘Los miserables’. Y en aventuras más pequeñas, más personales, más ingeniosas, con una trayectoria considerada original.
-Lo que iba a presenciar estaba definido como ‘una parodia de espías y contraespías’. Como ‘una ocurrencia cómica y satírica puesta en marcha por unas funcionarias aburridas’. Quizá como una premeditada paradoja de sí misma.
-Me senté en la butaca del teatro Barakaldo, tras las correspondientes medias de seguridad contra el virus ese de la pandemia, con la cabeza encendida y la curiosidad abierta. Y a partir de ese momento,…
-A partir de ese momento, ya no se puede hablar de nada con seguridad. Hay alusiones a que nos colocan en los sótanos del Centro nacional de inteligencia. Pero puede ser un truco para despistar. Los tres personajes femeninos hacen labores de investigadoras policiales. Pero utilizan términos de física cuántica. Una de ellas ha aprendido chino por correspondencia.
-Hay una pizarra donde escriben posibles referencias a lo que va a suceder. Pero existen sospechas de que pretenden despistar al personal. Muestran apariencia de haber secuestrado a un cocinero de comida rápida. Mientras se calentaba el aceite, escriía novelas que nadie compra.
-Se realiza un estudio científico sobre el peso de Carrero Blanco mientras era lanzado al tejado. Existen alusiones a Kennedy. Al terrorismo. Por supuesto a los espías. Sobre todo a los chinos. Se juega con los viajes intertemporales. Se propone como fecha emblemática el año de gloria de 1976. Al final hay una gracieta de unos golpes en la puerta, como un giño de que todo ha salido bien. O quizá todo sea al revés.
-Antes, he citados los nombres del autor y el director, por su buen trabajo. No se puede hacer menos con los intérpretes: Cristina Alarcón, Esperanza Elipe, Angy Fernández y Secun de la Rosa.
-Abro paréntesis. Cuando salí del Teatro Barakaldo y me encontré con la ‘realidad’ exterior, tuve dudas sobre si seguía o no en la misma atmósfera ¿absurda?. Cierro paréntesis.

Esta entrada se escribio el Sábado, 17 octubre 17 2020 a las 11:17 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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