Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 18 octubre 2020 - 11:52 pm
Categoría: General

David Barbero
-El objetivo marcado para esta tarde ha sido descubrir cuál es la esencia del flamenco. Me voy a corregir. Soy consciente de que dicho así resulta abstracto, confuso y hasta presuntuoso.
-Lo que he buscado es lo siguiente: Se habla mucho de los intentos para fusionar el flamenco con otros géneros. Suelen decir quienes lo defienden que se puede hacer con total libertad, mientras se respete la ‘esencia´ del flamenco. -Por esa razón, me ha entrado la curiosidad de indagar cuál es ese núcleo esencial que siempre hay que respetar. Qué elemento no puede faltar para siga siendo flamenco, aunque en la fusión quede despojado de contenidos accidentales.
-Con esa intención he asistido esta tarde, dentro del festival Dantzaldia, a la representación de ‘Nocturno’ por Leonor Leal en la sala de la BBK en la Gran Vía bilbaína. Leonor es una de las artistas emblemáticas de esta línea de la fusión libre del flamenco.
-De ‘Nocturno’ se afirma que tiene su origen en ’Las variaciones de Goldberg’ para teclados. Las escribió el inmenso músico barroco Juan Sebastián Bach para un clavicordista amigo. Su destino era aliviar las horas de insomnio de alguien que no podía dormir. Así que ya nace de un claro propósito plural.
-Reconozco que, durante el espectáculo, no me ha funcionado el discurso reflexivo del pensamiento. He quedado atrapado y seducido. Desde el primer momento, Leonor Leal ha atraído toda mi atención con sus gestos, sus movimientos, su ritmo, su taconeo. Los armónicos giros de brazos y manos. El chasquido de los dedos. Su agilidad. Su genio.
-Es preciso destacar lo bien acompañada que ha estado por un guitarrista de gran calidad y un entregado percusionista polifacético. Sin poder olvidar los juegos y enfrentamientos interpretativos con esos instrumentistas llenos de arte y de humor. Ah! Y la sonorización a tres voces de sonidos vocales, incluida la breve y delicada canción final. En su totalidad, ha transcurrido como un baile libre, comunicativo, vivo, cómplice. En todo momento, un estilo flamenco con fusión o simbiosis de otros géneros bien sincronizados
-Con esos atractivos, no he podido concentrarme en identificar ese elemento diferenciador, necesario en toda fusión del flamenco. Así que allí he preguntado a entendidos y estudiosos. He recibido respuestas diferentes, no sé si enfrentadas: La esencia imprescindible no es la bata de cola. Tampoco lo es el tacón sonoro. Ni la guitarra. Ni el cante. Ni el moño. Ni las palmadas. Ni el grito. Había coincidencia en las afirmaciones múltiples. El flamenco es un lenguaje. La clave es el ritmo. El aire. La expresión. El sentimiento. Varias alusiones al duende.
-Debo confesar que no he logrado concluir con éxito mi investigación sobre ese núcleo que no debe tocar. Tendré que continuar. Lo haré con mucho gusto.
-Pero si alguien lo tiene ya identificado, puede ayudarme. Se lo agradeceré.

Esta entrada se escribio el Domingo, 18 octubre 18 2020 a las 23:52 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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