Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 20 noviembre 2020 - 2:06 am
Categoría: General

David Barbero
-No me voy a cortar. Al pan, pan; y al vino, vino. Cuando me enteré de que Las Fellini iban a presentar su show cabaretero en la sala La Fundición de Deusto – y que además lo iban a hacer de forma periódica – pensé que ése era un matrimonio imposible.
-Incluso llegué a sospechar que, como todavía faltaban unas semanas para consumarlo, alguna de las dos partes se daría cuenta, a tiempo, de la incompatibilidad, y el intento no llegaría hasta el altar o hasta el registro municipal.
-Este prejuicio – o juicio previo – me venía de pensar que son dos proyectos, dos estilos, dos actitudes, dos planteamientos, muy diferentes y alejados. Cada uno con sus características. Pero en dirección opuesta. Siguiendo la metáfora matrimonial, se podía pensar, en mi opinión, que pronto aparecería la ‘incompatibilidad de caracteres’.
-La Fundición está encarnada en la vanguardia, quizá algo nostálgica, con bastantes matices de intelectualidad. Se rodea de una cierta innovación exquisita. Distanciada premeditadamente de los gustos llamados comerciales o populares.
-Las Fellini se mueven en la exageración. En los pubs. En la noche. En la broma directa, en la provocación sin límite ni freno, en la brusquedad, en la caricatura de brocha gorda y de colores fuertes.
-Para más inri, me parecía que el público habitual de la Fundición y los/as seguidores de la Fellini se hallaban en las antípodas por sus gustos estéticos, sus curiosidades y sus apetencias.
-He tenido incluso algunos debates – o simplemente intercambio de opiniones – con quienes defienden esta sorprendente fusión. Ellos opinan que seguramente hay más coincidencias en el fondo que en la superficie, en lo básico que en las formas. En la crítica y hasta el rechazo a lo establecido que en las maneras de manifestarlo. En la contracultura. En la esperanza de que los extremos, cuando se tocan, encuentran puntos de contacto y enchufes compatibles.
-Para comprobarlo, esta tarde, he ido a la sala la Fundición a ver el cabaret de Las Fellini. Y debo decir que…
-A mí, me cuesta mucho dar el brazo a torcer y soy lento en mis aceptaciones. Tendré que volver más jueves para seguir comprobándolo. Necesito más opiniones.
-De todos modos, debo reconocer que, una vez visto este cabaret y observada la favorable reacción del público – en parte nuevo en esta sala -, no estoy tan seguro de la incompatibilidad expresada más arriba. Es posible que… esa fusión funcione.

Esta entrada se escribio el Viernes, 20 noviembre 20 2020 a las 2:06 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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