Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 1 abril 2021 - 10:43 pm
Categoría: General

David Barbero
-Una frase lapidaria para empezar: Ser o no ser payasa es fundamental en la vida y en las artes escénicas.
-Soy consciente de que la obra de teatro que he visto esta tarde en Pabellón 6 lleva el título de ‘Sex o no sex’. Con X. Virginia Imaz es la intérprete, directora, autora, productora y todo lo que sea necesario, al frente de su compañía Oihilari Klown. Ella misma juega con la X, la R y todas las letras del abecedario. Sobre todo en femenino.
-La definición como clown puede ser más moderna. Pero el término payasa es más entrañable. Así que lo voy a utilizar porque deseo rendir un más que merecido homenaje a esta extraordinaria persona, mujer y artista. Me corrijo. Añado un ‘muy’ delante de extraordinaria. Grandeza que queda, además, sublimada por su sencillez y su cercanía.
-A título personal, todavía recuerdo, con emoción y nostalgia, aquellas colaboraciones mutuas de las ‘clownclusiones’ en los cursos de verano de la Universidad en Donostia.
-He adelantado que para una buena persona es fundamental ser payasa porque implica una manera de ser, actuar y comportarse. Aporta respeto, estima, consideración. También elimina divismos. Se burla de la presunción. Defiende al débil. Pone en dificultades al auto-fanfarrón. Y añade otra serie de cualidades que constituyen una sana filosofía de vida integral.
-La conexión entre el payasismo y la feminidad en Virginia Imaz ya fue reconocida con el premio Emakunde. Hay que destacar su lucha, -por supuesto pacífica y payasa-, por la igualdad, la integración, el rechazo a la discriminación, a las agresiones. Y es que, detrás de la nariz roja, todos somos iguales a todas. O al revés.
-Deseo detenerme en lo importante que es ser payasa para ser buena artista. Supongo que ya no habrá nadie que crea que lo que algunos siguen llamando payasadas es fácil de hacer. ¡Que lo intenten ellos y comprobarán su dificultad!
-El caso de Virginia, también en esto de la formación, es modélico. La cantidad de horas, dedicación y esfuerzo que ha invertido en su preparación profesional. El cuidado con el que ha elegido a sus profesores y maestros. Los ejercicios, experiencias y trabajos realizados. La investigación. El análisis de las tradiciones y de los métodos innovadores. La búsqueda de caminos nuevos. El perfeccionamiento. La maestría en constante mejora. La auto-exigencia.
-Esto la ha conducido a ser la gran payasa que es. Y el reconocimiento logrado. La estancia en el Cirque du soleil. La colaboración con otras muy destacadas corporaciones artísticas. La evolución de su propia compañía. Su constante labor como guionista, directora y actriz. Su muy intensa actividad como pedagoga de niños y de adultos. Su técnica interpretativa meticulosa y detallista en gestos, expresiones, tonos, muecas o movimientos.
-Pues todo eso lo he vuelto a encontrar esta tarde en pabellón 6, viendo y participando en el espectáculo protagonizado y dirigido por Virginia Imaz. Es mucho más que ‘Sex o no Sex’. Muchas ya lo han comprobado. Y otros tienen oportunidad de hacerlo. Si no la aprovechan, allá ellas/os.

Esta entrada se escribio el Jueves, 1 abril 1 2021 a las 22:43 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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