Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 9 octubre 2021 - 12:02 am
Categoría: General

David Barbero

-Cuando esta tarde he ido caminando, por el paseo de la ría de Bilbao, hasta pabellón 6 para ver el estreno de ‘Yo maté a mi hija Hildegart’ llevaba una gran curiosidad. Deseaba descubrir cómo se plantearía teatralmente este caso tan controvertido y complejo. En realidad, se trata de una incógnita sin resolver desde hace un siglo. Ha despertado curiosidad, interés, polémicas y también un notable morbo.
-Mientras andaba, recordaba los hechos que, en varias ocasiones y por diversos motivos, me han llevado a documentarme sobre ellos. Para ser más exactos, iba recordando los hechos conocidos, las muchas incógnitas por descubrir y las escasas claves para valorarlo.
-Aparecían el complicado proyecto eugenésico de su madre, Aurora Rodríguez Carballeira, para crear a la mujer perfecta. Su deseo de buscar a un varón especial con el único objetivo de engendrarla. La educación para que fuera un modelo de mujer libre, sabia y activista para el futuro. El asesinato de la hija que había creado. Sus desequilibrios mentales. Su gran capacidad intelectual. Aunque autodidacta, propuso avances en medicina. También participó en la vida pública, en la ciencia, en la política,
-La cortísima vida de Hildegart. Pero extraordinaria, intensa y exitosa. Casi sin superar la adolescencia, era ya una gran oradora, activista, polemista y escritora. Con varias carreras universitarias. Propuso y defendió la reforma sexual para lograr la liberación femenina. Lanzó avanzadas ideas sociales sobre la mujer.
-Todo ello ha ido aumentando, todavía más, mi interés y mi curiosidad por asistir a esta propuesta teatral basada en un texto de Carmen Domingo, adaptada al escenario y dirigida por Carmen San Esteban, e interpretada por Nerea Elizalde, Josu Angulo y Sandra Tejero.
-Una vez en la proximidad de las butacas de Pabellón 6, me he encontrado con un planteamiento abierto, honesto, comprensivo, sin prejuicios sobre estas dos singulares mujeres. Expositivo, documentado, destacando detalles significativos, contextualizando las fechas y las circunstancias, enfatizando en lo posible con ambas, tomando distancia. Sin adelantar juicios previos. Buscando las motivaciones de las dos. También las presiones sociales. Sin eludir los condicionamientos psicológicos. Mostrando respeto hacia los personajes y a su realidad histórica. Y también respeto hacia el público al que se dirige. Priorizando la exposición documental.
-Pero tratar de unir lo teatral y lo documental tiene muchos riesgos. Y muchas dificultades. A veces, cada intención tira en sentido opuesto. O da vueltas sobre sí misma sin dirigirse a ningún destino. Ni responder a las preguntas que se desea plantear.
-En lo estrictamente escénico, este espectáculo ha servido para evidenciar la capacidad interpretativa de Sandra Tejero, Josu Angulo y Nerea Elizalde. Carmen San Esteban realiza un notable esfuerzo para dramatizar el consistente y documentado texto de Carmen Domingo. Tampoco ha sido menor la aportación de María Casanueva en el diseño del escenario, de Fernando Alcáuzar y Quique Gago en la iluminación, de Iñigo Cobo en el vídeo y Karmele Corona en el vestuario.
-Y tampoco ha sido pequeño el mérito de haber devuelto a la actualidad el debate sobre el polémico e ilustrativo ‘caso’ de Aurora Rodríguez Carballeira y su hija Hildegart con idénticos apellidos. Muy interesante para verlo con los ojos de hoy.

Esta entrada se escribio el Sábado, 9 octubre 9 2021 a las 0:02 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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