Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 16 octubre 2021 - 11:47 pm
Categoría: General

David Barbero

-Dejémoslo claro desde el principio. Ana Zamora y su compañía Nao d’Amores’, con su apoyo en la investigación y la innovación, son la máxima garantía y el referente más certero en el tratamiento teatral de los clásicos españoles.
-Su acercamiento, sobre todo a las obras pre-barrocas no muy conocidas, es integral. Parte de una investigación profunda y multidisciplinar. Desde ese estudio exhaustivo, se pasa un tratamiento delicado, meticuloso y fiel. De los contenidos y de las formas expresivas. Con respeto. Pero también con libertad, valentía e imaginación.
-Un ejemplo perfecto de todo lo dicho en los párrafos anteriores es la obra que esta tarde se ha presentado en el Teatro Barakaldo. No sólo es una muestra muy significativa del trabajo de esta compañía y su directora. Es también uno de sus proyectos más difíciles y completos. ¡Ah! Para situarnos totalmente, también hay que decir que el teatro Barakaldo ha mostrado siempre una muy delicada sensibilidad hacia sus creaciones.
-Hablo de la obra ‘Nise, tragedia de Inés de Castro’. El texto es la fusión de dos obras del renacentista hispano portugués Jerónimo Bermúdez: ‘Nise lastimosa’ y ‘Nise laureada’. Es el primer gran autor trágico de la península ibérica. La dramaturgia ha sido realizada por Ana Zamora, que también es la directora de escena y dinamizadora de las investigaciones.
-Inés de Castro fue un personaje real de especial relevancia histórica. Su figura y la de su enamorado Pedro de Portugal constituyen una referencia como víctimas de injusticias, maniobras y ambiciones políticas. Alrededor de ellos, se ha creado esta función, que, siendo fiel a los hechos de entonces, lanza una mirada hacia la actualidad al cuestionar las luchas, las ambiciones y la violencia por conseguir el poder.
-Es también esta pieza un ejemplo del cuidadoso e imaginativo tratamiento estético habitual en esta compañía y en Ana Zamora como directora comprometida con todos los valores teatrales. Ya hemos aludido a la meticulosidad y el respeto. Pero también la fuerza, la precisión, la expresividad y, aunque parezca extraño, la innovación.
-Es muy destacable el tratamiento musical de Alicia Lázaro. Con la recuperación de instrumentos originales y la búsqueda de composiciones coetáneas. Otra muestra de expresividad muy contundente e impactante es el vestuario de Débora Macías. (Supongo que no pasa desapercibido la abundancia de los nombres femeninos.)
-La interpretación de este muy cohesionado grupo es también fruto de un continuado trabajo de análisis, perfeccionamiento e innovación. En las dos décadas que lleva trabajando esta compañía, ha adquirido y va ampliando unas señas claras de identidad. También demuestra una disciplina escénica tanto individual como colectiva. Otro de los cuidados es la preocupación por lograr un equilibrio estético austero, pero significativo y muy expresivo.
-El elenco es amplio. Pero todos los integrantes merecen ser nombrados en reconocimiento del trabajo realizado. José Luis Alcobendas, Javier Carramiñana, Alba Fresno, José Hernández Pastor, Natalia Huarte, Irene Serrano, Eduardo mayo, Alejandro Saá, Ernesto Arias e Isabel Zamora.
–Permitidme un comentario final subjetivo. Hay espectáculos que no se merecen que queden tantas butacas sin ocupar. Oportunidades para disfrutar de piezas como ‘Nise, la tragedia de Inés de Castro’ no abundan.

Esta entrada se escribio el Sábado, 16 octubre 16 2021 a las 23:47 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

Dejar un comentario

Esta página web utiliza cookies para mejorar tu visita adaptando la navegación a tus preferencias.
Para seguir navegando tienes que Aceptar las política de cookies. Más información