Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 8 enero 2022 - 11:43 pm
Categoría: General

David Barbero
-Esta tarde me he acordado de los versos escritos por aquel poeta renacentista llamado Jorge Manrique: ‘Cómo, a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado fue mejor’. Ha sido antes de entrar en el Teatro Arriaga de Bilbao, para ver la obra ‘Manolita Chen, un cuento chino’.
-Quiero puntualizarlo desde el principio. Entiendo ese verso de la siguiente manera: Nuestro parecer, es decir nuestra nostalgia, nuestra congénita insatisfacción, nos hace ver que lo que pasó hace tiempo fue mejor que lo que sucede ahora. Pero no es verdad que sea así. Yo, que no soy nostálgico, pienso que Manrique tampoco lo era.
-Creo que el recuerdo de ese verso renacentista me ha venido subconscientemente por pensar que iba a asistir a una obra nostálgica de tiempos pasados.
-Una vez vista la obra, ‘Manolita Chen, un cuento chino’ es efectivamente un recuerdo emocionado de Manuela Fernández, conocida por el apellido de su marido Cheng Tse Ping. Ellos crearon, dirigieron y protagonizaron el teatro portátil e itinerante que se hizo famoso en las décadas centrales pasado siglo XX. En plena dictadura del general del bigotillo. Pero no me ha parecido nostálgico, en el sentido de magnificar aquellos tiempos y aquel tipo de espectáculos. Ha sido una recreación bastante plural, crítica, sugerente, analítica, con equilibrio entre el afecto y la severidad.
-Hace un retrato positivo de Manolita. Realmente tenía valores para destacar. Pero sabe reírse de sí misma y reconocer sus limitaciones. Incluso con humor. Lo cual es signo de inteligencia.
-Reconozco que tenía también el temor de que, en ese recuerdo nostálgico, se llegara a magnificar las supuestas extraordinarias dotes escénicas de algunos de sus colaboradores como Fernando Esteso, Andrés Pajares, los hermanos Calatrava o Bigote Arrocet. Pero tampoco ha sido así.
-No seré yo quien infravalore el trabajo de ningún artista. Y todavía menos, el gusto de quienes disfrutaban con aquellos espectáculos, en los que había que sortear la dura censura franquista. Pero es de justicia reconocer que todo ese mundo respondía a las negativas condiciones sociales, culturales y de miseria que este país sufría en aquellos momentos.
-El alma y la iniciativa de este de este espectáculo y este proyecto de investigación creo que hay que repartirlo entre Pepa Zaragoza, que encarna a Manuela, con gran variedad de registros; Y José Troncoso, responsable de la dramaturgia y la dirección. Responsables ambos del tono lúcido y también emotivo de todo el espectáculo.
-Han estado muy bien acompañados por María Jáimez. Nacho Vera, Chema Noci, Marcos Rivas y Morgane Jaudou. Todos ellos han sabido trasladarnos, con la necesaria distancia y la recomendable cercanía, hacia aquellos teatros portátiles e itinerantes de los años oscuros de la dictadura.
-Al salir del teatro Arriaga, he oído decir a dos personas ya mayores: ‘Ay. ¡Aquellos lejanos tiempos!’. Por el tono, me ha parecido intuir más serena reflexión que nostalgia. Y con una media sonrisa.

Esta entrada se escribio el Sábado, 8 enero 8 2022 a las 23:43 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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