Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 20 agosto 2025 - 5:16 pm
Categoría: General

David Barbero

Pocas personas de una cierta edad no reconocerán, y hasta habrán tarareado, la canción titulada ‘La llamaban loca’. Fue muy popular hace un tiempo. Estuvo entre las más populares del grupo Mocedades. La había compuesto a petición suya el compositor, también popular, José Luis Perales.

En Bilbao, se sabía y se recuerda que la petición y la inspiración del contenido de esa canción estaba en la historia de un personaje popular y querido en la villa. Se llamaba Mercedes Lorenzo Souto. Era conocida como la loca de Arriquibar, Había nacido por el año 15 del siglo pasado en Lugo. Pero era residente en Bilbao, cerca de la plaza de ese nombre. Durante tiempo había sido prometida del dueño de una tienda de ultramarinos, quien la abandonó para casarse con otra. Eso la enloqueció. Y pasó los últimos años de su vida acudiendo diariamente a sentarse en un banco de esa plaza a esperar la llegada del novio que la había abandonado. Así hasta el año 1996, cuando murió.

Resulta que, entre la oferta teatral de la Aste Nagusia de este año 2025, se ha incluido una obra que lleva este mismo título. ‘La llamaban loca’. Yo he acudido esta tarde noche a la sala del Palacio Euskalduna donde se representa. Allí me he encontrado con lo que, en el título de este comentario, he señalado como como una ‘nueva versión’ y donde ya la califico de libre y cómica.  Adelantaré, además, que la sala estaba totalmente llena y ha sido muy bien acogida. 

Esta nueva versión trata de una historia que transcurre en Bilbao en la segunda mitad del siglo pasado. Narra el encuentro y la convivencia de dos mujeres especiales y el fantasma de un amor no correspondido.

Una de esas mujeres se llama Rosa. Tiene una mentalidad adelantada para ese momento histórico. Se la puede calificar de moderna, inteligente e independiente, Trabaja como secretaria de dirección, lo que en esos años era algo destacado. Vivía cómodamente en un piso céntrico de la villa.

En un momento determinado, aparece en su vida otra mujer de un carácter muy diferente. Se llamaba Fortunata. Estaba recién llegada de su pueblo. También con denominación bien elegida: Torralbilla. Es totalmente opuesta en costumbres y formación a Rosa. Con otra forma de vida y una muy diferente mentalidad.

Primero se convierte en su criada. Por lo tanto, Rosa es su jefa. Llegan a hacerse amigas. Pero siguen siendo diferentes en sus costumbres, prejuicios y maneras de ser y comportarse. Son tan distintas que su convivencia provoca equívocos y situaciones contradictorias. Situadas así para la más directa comicidad.

De todos modos, juntas aprenden a convivir. Afrontan esas situaciones, llenas de complicidad y también de emoción. Para mayor coincidencia, aparece el fantasma de un amor no correspondido, de una manera que no desvelaré, para mantener el suspense necesario.

Eso desencadenará un comportamiento radical y disparatado en Rosa, mientras Fortunata trata de hacerse cargo de la situación sin conseguirlo. No es necesario, ni conviene dar más datos para despertar la curiosidad sobre las características de este versión. Quien desee hacer comparaciones y obtener una opinión propia, deberá acudir a la sala correspondiente del Palacio Euskalduna.

El equipo participante en el proyecto es conocido y reconocido en estos lares, La dramaturgia es de Txemi Parra. La idea original la firma Jon Marín, que además es el productor. Gurutze Beitia se encarga de la dirección escénica. El personaje de Rosa es interpretado por Karmele Larrinaga, mientras que  Fortunata es encarnada por Gemma Martínez.

Quienes las conocen, saben de sus cualidades escénicas e interpretativas.  Así ha sido reconocido esta tarde por el público, que se ha mostrado entregado desde el primer momento. Ha reaccionado a todos los estímulos cómicos lanzados por ambas intérpretes, y han reconocido su trabajo interpretativo con calurosos y sonoros aplausos.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 21 mayo 2025 - 12:57 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-No es la única diferencia , esa h, la que hay entre las dos piezas. La tragedia isabelina, escrita por el inmortal William Shakespeare llevaba el título original de ‘The tragedy of Othello, the moor of Venice’. La ópera del muy famoso compositor italiano lleva el escueto título de ‘Otello’. Insisto en que hay más diferencias.

-Viene esta matización, con apariencia ridícula, a cuento de que esta tarde-noche he acudido al Palacio Euskalduna de Bilbao para asistir a la representación de la ópera ‘Otello’ de Giuseppe Verdi, con libreto de Arrigo Boito. Este nombre del escritor es también digno de destacar. Esta representación significa el cierre de la temporada número 73 de la ABAO, la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera.

-Como a juicio de todos los entendidos con los que he hablado, esta representanción se ha desarrollado en un elevado nivel de calidad en todos los sentidos, Voy a citar a los participantes. Dirección musical de la orquesta de Kiev la ha realizado Francesco Ivan Ciampa. Dirección de escena ha sido responsabilidad de Ignacio García.

-Como el elenco ha sido amplio, citaremos a los tres más destacados. Otello ha sido interpretado por Jorge de León. La interpretación de Desdemona ha correspondido a Ermonela Jaho. Y el destacado personaje de Yago lo ha encarnado Claudio Sgura. Hay que citar también al coro de la opera de Bilbao y al coro infantil de la sociedad, bajo de dirección de Boris Dujin, porque han tenido una actuación destacada.

-Dejando ya claro que este cierre de temporada operística está teniendo lugar, los aspectos especulativos sobre las diferencias en los tratamientos de la tragedia de Shakespeare y de la ópera de Giussepe Verdi no son para ser tratados en este momento. Me gustaría en todo caso destacar la incidencia del libretista Arrigo Boito, que influyó mucho en la trayectoria de las últimas óperas de Verdi.

-Pido permiso para terminar con un apunte quizá secundario. Han existido opiniones encontradas sobre el planteamiento escénico de la figura del decisivo personaje de Yago, que es el que dinamiza toda la acción de la venganza. Se ha opinado que en esta ocasión muestra una actitud más bien altanera y prepotente, cuando habitualmente tiene forma más ladina y escurridiza. Coincido con esa matización y me parece que ese cambio, partiendo ya de altura física muy superior al resto de los cantantes, condiciona el desarrollo de la acción.

-Pero es más destacable la notable calidad generalizada antes señalada.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 16 mayo 2025 - 11:24 pm
Categoría: General

DAVID BARBERO

-He acudido esta tarde al teatro Arriaga de Bilbao para ver la adaptación al teatro de la película ‘Lunes al sol’ con el fin de poder confirmar en persona si, también a mi juicio, es merecedora de tantos elogios como he leído y escuchado sobre ella.

-También he ido interesado en descubrir las claves en las que debe basarse una buena adaptación desde la pantalla hasta el escenario. Con la circunstancia, además, de que el punto de origen es no sólo exitoso, incluso emblemático, y tener, además, una narrativa muy singular.

-Estas dos curiosidades estaban motivadas en recordar que hace todavía poco tiempo sucedió lo mismo con la adaptación, también exitosa, de la también destacada película ‘Los santos inocentes’.

-Al frente del equipo responsable exitoso en ambos casos, figura Javier Hernández-Simón, como director de escena y co-adaptador. El amplio elenco del trabajo actual, también muy digno de alabar, está compuesto por Mónica Asensio, Marcial Álvarez, José Luis Torrijo, Fernando Cayo, Fermi Herrero, Fernando Huesca, César Sánchez y Lidia Navarro.

-Tras disfrutar de la versión teatral, se puede afirmar que el guión original de León de Aranoa e Ignacio del Mora, con sus matices sociales y políticos, adaptado por el propio Ignacio junto a Javier Hernández-Simón funciona perfectamente sobre el escenario manteniendo los diálogos brillantes y subrayando los momentos más destacados de la historia original. Hay que señalar que son diálogos especialmente difíciles. Tienen un contenido de denuncia y de reivindicación muy potente. Éso es siempre un peliglo para mantener la naturalidad y no caer en el peligro del panfleto.

Se transmiten fuertes emociones a través de escenas veraces en una historia que se vive muy cercana a la realidad social. No sobra absolutamente ni una escena. Se presentan espacios donde con pequeños elementos se comunica qué le sucede a los personajes en cada momento. También se desarrolla la evolución laboral, humana y sentimental donde se hace todo ameno, continuado y con unas transiciones muy ágiles que te permite no perderse ninguno de los detalles.

-También se cuidan los momento cómicos, provocando risas reflexivas porque nos damos cuenta de distintas perspectivas como reflejo de las situaciones reales que se perciben sobre el escenario. El impacto visual ayuda a reflejar una realidad en la queel espectador puede darse cuenta de que, en muchos aspectos no se ha cambiado la situación en mucho tiempo. Se facilita reconocer los hechos y reflexionar sobre ellos.

-En este positivo desarrollo, es preciso destacar el trabajo de interpretación y el detallado trabajo en la caracterización de unos personajes muy potentes y llenos de matices. Todo el elenco mantiene la tensión dramática en todo momento, con una energía que gravita en torno a las figuras de Santa, interpretado por Fernando Cayo, y del desgraciado Amador, bordado por César Sánchez. Sus amigos, parroquianos del bar de Reina, que encarna Fermí Herrero, aportan un equilibrio a través de diversas actitudes ante la situación  laboral: José (un entrañable Marcial Álvarez) intenta salir a flote salvando su matrimonio con Ana (Lidia Navarro); Lino (José Luis Torrijo), desafía el paso del tiempo e intenta salir del hoyo; Rico, el guarda de seguridad (Fernando Huesca) que intenta ser pragmático: o como la jovencita Nata (Mónica Asensio) que desborda dulzura y vida con su voz y su guitarra.

-La adecuación de los intérpretes a los roles, por tratarse en su mayoría de actores y actrices con una trayectoria a sus espaldas, salta a la vista en este montaje, enmarcado por una escenografía  metálica como los astilleros muertos, en la que el tiempo anda desbaratado, y que permite el desarrollo de todas las escenas y situaciones con una total agilidad.

-Comentaba al principio las fuertes curiosidades con las que he acudido a ver esta pieza teatral ‘Los lunes al sol’. Debo reflejar, para terminar, las también fuertes satisfacciones con las que he salido.

 

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 15 mayo 2025 - 11:11 pm
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DAVID BARBERO

-He presenciado esta tarde en el Auditorio de Azkuna Zentroa de Bilbao la poliédrica pieza ‘Láttice’. He acudido con gran interés. Creo que he indicado varias veces, en estos comentarios, que tengo especial curiosidad por las innovaciones en el teatro y en las artes escénicas en general. Admiro a las personas que investigan e intentan hacer cosas nuevas, aunque no siempre llegue a comprenderlo.

-‘Láttice’ se mueve en esas coordenadas. Se trata de una obra performativa en movimiento, que fusiona, al menos teóricamente, danza contemporánea y tecnología cuántica. Ha sido dirigida por la coreógrafa vasca Ziomara Hormaetxe. Se ha ofrecido en el marco del simposio ACuTe. Es un proyecto europeo de innovación escénica con el apoyo de la Comisión Europea, del que Azkuna Zentroa es partner estratégico.

-Propone un diálogo constante, al menos teóricamente, entre el cuerpo y la tecnología. Explora la gravedad como fuerza omnipresente que atraviesa el cuerpo en múltiples capas. Analiza desde lo físico hasta lo cuántico.Configura las maneras en que experimentamos el espacio y el movimiento.

-Insisto en que esta presentación se enmarca dentro del simposio internacional  ACuTe, cuyo nombre completo en inglés es Peripheries of Performing Arts & New Technologies. Se trata de un encuentro, dirigido al sector profesional. En él se dan cita artistas, investigadoras, dramaturgos, tecnólogas y pensadoras de diversas culturas para dialogar, al menos teóricamente, sobre la creación escénica contemporánea y las tecnologías emergentes desde perspectivas plurales y tecno diversas. Un simposio en el que todos estos procesos se hibridan con la danza, el teatro y la acción performativa.

-La coreógrafafa Ziomara Hormaetxe ha explicado, en ocasiones anteriores, que esta pieza está mediante una metodología colaborativa, arraigada en un principio de incertidumbre generador de texturas, vibraciones y movimientos. La pieza se traduce en una escenografía viva que trata de introducir, al menos teóricamente, al público en un espacio matemático de posibilidad, una gran matriz que crea mundos al tiempo que es creada por ellos.

-La pieza trata de provocar en el visitante un viaje inmersivo a través de espacios virtuales y multiversos, explorando la gravedad y la percepción del espacio con una escenografía digital y sistemas algorítmicos. Cada capa de la realidad abre, al menos teóricamente, nuevas posibilidades de existencia y conexión, expandiendo las maneras en que las narrativas contemporáneas de colaboración transforman nuestra realidad.

-Se trata de una escenografía aumentada, un sistema algorítmico creado ad hoc para la obra, basado en procesos y renderizado en tiempo real, a modo de videojuego.

-Ziomara Hormaetxe Fernández es licenciada en Historia del Arte por la Universidad del País vasco. Es además coreógrafa y bailarina. Estudió danza en la «Universidad Sophia Antipolis» de Niza y en el «Ecole Superieure de Danse» en Cannes. Tras años de formación freelance, en 2014 creó su propia compañía. Desde entonces trabaja en la creación de proyectos artísticos como coreógrafa e intérprete independiente. Sigue en la búsqueda de integrar la danza y las nuevas tecnologías.

-Ya veis que os expongo una información aséptica, sacada, a veces textualmente, de la documentación oficial. No me voy a atribuir ningún mérito propio. Casi lo único propio es la manifestación de mi curiosidad y las alusiones a los aspectos teóricos.

-Como he dicho al principio, he asistido esta tarde a esa representación con gran curiosidad e interés. He atendido con toda mi atención. Reconozco que no he llegado a entenderlo en su profundidad. Me ha superado y desbordado. Pero mantengo la curiosidad y el interés. Voy a seguir haciendo esfuerzos para lograr conectar con estos trabajos innovadores.

-Así que agradezco mucho esta oportunidad y trataré de aprovechar las que se me brinden.

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 11 mayo 2025 - 12:11 am
Categoría: General

DAVID BARBERO

-A la hora de poner el título a este comentario sobre el espectáculo que he presenciado en el teatro Barakaldo, he estado barajando varios adjetivos.Me he quedado con el de sorprendente, en el sentido de valoración positiva. También para exponer que, en su desarrollo sobre todo en la segunda parte me he llevado varias sorpresas también positivas.

-La otra parte del encabezamiento, ‘Qué fantástica esta fiesta’, corresponde al título de la obra. Me corrijo. No creo que se deba definir como obra de teatro. Quizá ni espectáculo dramático. Pertenece más bien a un género indefinible. Quizá se pueda acercar a una fiesta escenificada.

-El título les recordará a muchos a aquella artista televisiva que fue muy  popular hace algunas décadas llamada Raffaella Carrá, aunque dentro del espectáculo se afirma que no se desea hacerle un homenaje.

-Comencemos conociendo a los responsables. La autora de la dramaturgia es Paula Prol, que también interviene como actriz. En la interpretación, la presencia más destacada es la de la muy reconocida actriz Maribel Salas. Están acompañadas por el versÁtil actor Aitzol Villahoz. De la dirección artística se responsabiliza Albar Cirarda. La producción y los trabajos técnicos los han realizado los miembros de la joven compañía la Brecha.

-Los conceptos de fiesta, alegría, diversión son los vértices absolutos del representación, sobre todo en la primera parte. La sala de teatro se convierte en la plaza de un pueblo en el momento de despedir el verano con las fiestas patronales que los vecinos llevan esperando todo el año. Cuando los bailes, los petardos, la actuación de la orquesta y el coñac del Bar La Esquina se acaban, los vecinos, y los intérpretes coinciden en lo necesario que es ausentarse un rato de la realidad para poder seguir adelante, no haciendo nada.

-Este concepto de no hacer nada es una de las reflexiones que se hacen entre canción y canción o entre baile y baile. Se aplica al teatro. También a la vida misma, a las personas y a bastantes de las actividades que realizamos. Tampoco es una consideración negativa. Llegan a decir que a veces, lo que se necesita es precisamente eso: que no pase na-da, incluso poniendo ese guión entre las dos silabas.

-En este juego, en el que la fiesta divertida, y a veces exagerada, se mezcla con la reflexión disimulada pero oportuna, también se ha jugado al efecto muy teatral de la verdad y la mentira, la realidad y la ilusión, el deseo y su cumplimiento o no. Lo que tiene más mérito de lo que parece a simple vista.

-Otra sorpresa, igualmente positiva, que he percibido en este trabajo realizado por ‘teatreros’ muy jóvenes en su inmensa mayoría es que, entre bromas de bailes y karaokes junto a reflexiones más o menos intencionadas, ponen en cuestión principios que el teatro convencional considera básicos. Lo cual, a mi juicio, es una labor muy necesaria en este momento en las artes escénicas.

-Así que esta ‘fiesta tan fantástica’, con aparentes aires de banalidad superficial, ha resultado llevar dentro sorpresas interesantes.

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