Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 11 enero 2017 - 11:39 am
Categoría: General

David Barbero

-Acudí ayer al Teatro Arriaga con sonrisa esperanzada a pesar de la lluvia abundante. Comenzaba una nueva temporada abierta a las sorpresas.
-Me parecía curioso empezar la programación con un concierto instalación. El título era atrevido: ‘Y entonces viniste a robarme el ama’. Se anunciaban dos voces femeninas, coro y cuarteto de cuerda. Había el gancho de conocer el trabajo de la diseñadora escénica alemana Rebecca Ringst.
-En la puerta, un ortodoxo del bell canto me dijo: ¡A ver lo que hacen estos alemanes con un concierto!
-Nada más entrar en el patio de butacas, me sorprendí por ver el escenario empaquetado de modo inquietante.
-¡Ya está bien de suspense! Cuéntanos cómo fue el espectáculo.
-¡Hizo honor al título!
-Resultó que la actriz tenía arte, intención, calidad, simpatía, maldad, complicidad…
-Resultó que la soprano, además de cantar bien, interpretaba, se peleaba, comunicaba emociones y jugaba.
-Resultó que los miembros del cuarteto, o quinteto, y el pianista eran virtuosos.
-Resultó que el coro Ensamble Alegría impresionaba y sorprendía con sus sonidos vocales. Y además sabían participar en la fiesta y en la intriga.
-Resultó que el envoltorio del escenario tenía un sentido estético muy estudiado.
Resultó que Rebecca Ringst es más de lo que aquí llamamos diseñadora escénica.
-Así que estos alemanes, y sus acompañantes locales, efectivamente ‘vinieron a robar el alma’

Esta entrada se escribio el Miércoles, 11 enero 11 2017 a las 11:39 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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