Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 21 octubre 2008 - 9:30 am
Categoría: General

-Tampoco puedo presumir de haberle conocido muy intensamente. Lo que me permitió el trabajo periodístico. Y eso siempre es superficial. Pero…

-Hoy mismo hubiera cumplido cien años.

-A mí, me admira, sobre todo, su obra. Su trayectoria artística.

-¡Claro! Menudo carácter tenía.

-Desde el principio busca el espacio vacío. Lo va desocupando y lo encuentra muy pronto.

-Siendo pequeño, se escondía en los grandes hoyos que el mar hace en las rocas. Allí imaginó todo su trabajo posterior.

-La desocupación de la esfera es del 58. Hace justo cincuenta años.

-Y la caja metafísica, también.

-Lo encuentra tan pronto, que la segunda mitad de su vida la tiene que dedicar a otra cosa.

-Toda su vida estuvo luchando entre el vacío y la materia.

-Lo más entrañable es su trabajo es el laboratorio de tizas.

-Un hombre lúcido y clarividente.

-Lúcido, clarividente e ¡iracundo!

-Tenía tal fuerza artística que era difícil de contener.

-Ahora el gobierno vasco y el lehendakari se han apuntado a los actos de homenaje por el centenario. Pero menudas brocas tuvo con él.

-¡Con lo que le fastidiaba que le utilizaran!

-¡Dejó su legado al gobierno navarro!

-Como gran genio, era contradictorio.

-Yo insisto en que, sobre todo, admiro su trayectoria artística. El que quiera entender que entienda.

-¡Para mí, el más grande!

Esta entrada se escribio el Martes, 21 octubre 21 2008 a las 9:30 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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