-Es obligatorio desear un feliz año nuevo. ¿No?

-Si es obligatorio, lo hacemos y ya está.

-Un año, que es veinte y mitad, no sé lo que dará de sí.

-Además, es par.

-He visto un chiste gráfico en el que el nuevo año no quería nacer.

-Es un recurso poco imaginativo. Se hace siempre.

-En el 2010, habrá cambios importantes en progresos sobre la salud, la ciencia, la técnica. El mundo está cambiando aceleradamente.

-Con este año diez, comienza una década maravillosa.

-El año diez no es el comienzo de una década. Es el fin de la anterior.

-El cambio climático se consolidará con sus perversas consecuencias.

-En los pronósticos del nuevo año, es donde cada uno se define más. No es que el panorama sea negativo. Es que tú eres un pesimista o estás pasando una mala época.

-Todo lo contrario. Yo estoy luchando para conseguir en el 2010 lo que estaba … ¡Espera! Ya no me acuerdo de lo que tengo que conseguir el próximo año.

-Siempre nos quedará el camino de Santiago. El próximo es un año jacobeo. Así que ¡a caminar!

-Todavía no te has pronunciado sobre la cuestión, de extraordinarias consecuencias en todos los campos de la vida, en la que están enzarzados los políticos vascos de las distintas ideologías y partidos.

-Ya sabes que últimamente no sigo mucho la actualidad política.

-Paul Austin ha dicho que, conforme se va haciendo mayor, le interesa menos lo que pasa alrededor.

-Se refería al mundo literario. No, al mundo real.

-Repite eso, por favor, de que el mundo literario no es el real.

-No te desvíes de la cuestión importante. ¿Te pronuncias o no te pronuncias sobre el tema trascendente que están debatiendo los políticos?

-Tendré que pensarlo. ¿No? A ver si voy a quedar ahora como tonto o como frívolo respecto a los políticos, después de haberlos criticado tanto. Decidme cual es la cuestión de imperiosa importancia y dadme un par de días para documentarme, pensar y adoptar una postura seria o al menos razonada.

-Los políticos vascos llevan mucho tiempo debatiendo sobre los índices la audiencia de la emisión por el segundo canal de la televisión autonómica del discurso navideño del rey.

-Y van a seguir. Ahora han decidido llevarlo a sede parlamentaria para seguir con tan sesuda reflexión.

-Bueno. Bueno. ¡Bueno! A qué cosas tan importantes dedican su tiempo nuestros políticos.

-Te ruego que retires lo de nuestros. Por lo menos, míos no son.

-Los políticos no son nuestros. Pero su tiempo sí que lo es, porque se lo pagamos nosotros.

-Para mí, lo mejor es la interpretación de Roberto Álamo como Urtain.

-Yo lo extendería a toda la puesta en escena. Está muy conseguido todo el espectáculo, la ambientación, la luz, el sonido, el movimiento, los actores,….

-Es curioso el proceso de contar la historia al revés. Como en los combates de boxeo, la historia también se desarrolla en 12 asaltos. ¡Pero hacia atrás! Comienza con el suicidio del boxeador y termina con la fecha de nacimiento.

-Como no estás diciendo más que alabanzas, yo voy a señalar algún momento de confusión. No siempre está claro cuál es la causa y cuál el efecto, lo que sucede antes y lo que se produce después.

-También hay alguna reiteración.

-Eso es rizar el rizo.

-Es una análisis de toda una situación política: El paso del franquismo a la democracia.

-No sé si la exageración de su obsesión por la foto con Franco es adecuada.

-¿Qué quiere decir adecuada?

-La exposición del panorama de los políticos es muy eficaz. Queda tan evidente que no es necesario utilizar un tono crítico.

-Es todavía más interesante, el reflejo del panorama periodístico.

-Antes, habéis citado a Roberto Álamo como protagonista. Pero yo destacaría la figura de Andrés Lima como director. Es el alma del espectáculo.

-Juan Cabestany, el autor, tiene un gran merito. Un espectáculo de este tipo es muy difícil de escribir. Tiene muchas dependencias.

-Es que ya no se escribe teatro como antes. A ver si te enteras, amigo.

-Ese titular está mal. Lleva a error. Indica que los políticos tienen un problema.

-¿Los políticos no tienen un problema?

-¡Nosotros tenemos un problema con los políticos!

-Las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas aseguran que el tercer problema que más preocupa a los españoles son los políticos.

-Y todavía más que las personas que se dedican a la política, preocupan los partidos políticos.

-Lo políticos ya no son las personas responsables de ordenan la vida pública y tratan de encauzar los conflictos existentes.

-¡Se han convertido en un problema que tenemos que solucionar!

-El problema es ahora cómo solucionamos el problema que tenemos con los políticos.

-¡Difícil cuestión!

-De verdad que es una difícil cuestión. Los políticos, son los que hacen las leyes, se han blindado. Ellos se han autocolocado como imprescindibles, como los padres de la patria, como los representantes del pueblo, como los gestores de los bienes públicos. ¿Quién les mete mano? Deberían ser ellos los que se autoinmolaran.

-Eso ni lo sueñes. Son la clase socioeconómica más egoísta e interesada.

-Si los ciudadanos les diéramos la espalda, irían a tomar viento. En la vida pública, quien debe mandar es el pueblo.

-¡Y no los políticos!

-¿No te habías propuesto comentar hoy alguna noticia do los periódicos?

-¡Sí!

-Bueno. Venga. ¡Comienza!

-Hoy he tardado un poco más en leer los periódicos por ese compromiso.

-¿Y qué has elegido?

-¡Nada!

-¿No has encontrado en los periódicos nada para comentar?

-¡Nada!

-De eso, la culpa no la tienen los periódicos. La tienes tú.

-Sin duda. Cada vez me interesan menos las cosas que parecen en los periódicos.