-No sé si has elegido bien la palabra profesionalidad para atribuírsela a tu tocayo.
-¿Crees que David Mamet no es profesional?
-Es muy profesional. Pero lo que demuestra en su obra ‘Razas’ es su maestría, su dominio, la perfección de sus diálogos.
-De todos modos, la palabra profesionalidad se puede aplicar también al actor protagonista de la obra, Toni Cantó. Se había matado en día anterior su hija en un accidente. A pesar de esa tragedia personal, mantuvo sus dos representaciones en el Teatro Barakaldo.
-Lo de profesional también se puede aplicar a la puesta en escena y al espacio escénico y a la interpretación. Con una eficacia extraordinaria. Todos van en la misma dirección.
-Muy cerebral todo. ¿No? Insisten mucho en la rapidez de los diálogos, en provocar movimiento donde no lo hay, en la …. Sobre todo, el ritmo.
-A mí me interesó la claridad de los objetivos. Hay un punto de intriga. Se quiere saber si existió o no violación por parte del millonario blanco sobre la chica negra. Sin embargo, lo fundamental son los prejuicios. Principalmente los prejuicios raciales. Pero no sólo los raciales. Ese es el tema de la obra. Tanto en el texto como en la puesta en escena y en la interpretación se dejó claro.
-Me ha parecido muy oportuna la acotación de un crítico. Ha señalado cómo ese mismo esquema se podría transplantar aquí. Los prejuicios no son raciales. Pero hay otros.