-Le dije a mi compañera. Hoy vamos a ir a un espectáculo que te va a sorprender y también te va a gustar. Te va a parecer diferente, interesante, agradable, divertido. Ella me insistió: ‘Pero dime de qué va’. Yo me quedé en mantener la sorpresa. Y funcionó. Al salir, ella añadió incluso otra serie de adjetivos positivos.
-Digamos que se trata de ‘El experimento’. Lo ponían en la sala Cúpula, del Teatro Campos Elíseos de Bilbao. Va a haber ocasión de verlo allí en muchas ocasiones. Sé que tienen idea de programarlo de manera reiterada.
-¡Gustará!
-¿Qué les puedo decir de ‘El experimento’ además de lo que le dije a mi compañera?
-Ellos mismos dicen que se trata de un laboratorio demencial, una reacción en cadena de comedia, música y ciencia infusa.
-No tiene acompañamiento instrumental. Va a capela. Tampoco tiene letra. Son sonidos no sé si podemos llamarlos onomatopéyicos. Hay mucho ingenio, buena interpretación. Mucho trabajo.
-Vayan a sorprenderse.

-Debo reconocer que me he retrasado en este comentario sobre la obra teatral ‘Ojos de agua’. La vi hace ya unos cuantos días en el Teatro Social de Basauri,
-Esa tardanza no quiere decir nada bueno.
-Las cosas que me gustan tengo prisa en comentarlas.
-Había ido con ilusión a ver ese espectáculo. Tengo una buena opinión sobre los miembros del grupo Ron Lalá. Recuerdo con agrado su tratamiento de textos clásicos. Esta vez se trataba de La gran Celestina. Esperaba que el tratamiento del dramaturgo Álvaro Tato y del director Yayo Cáceres estuviera a esa altura.
-De la actriz Charo López, ¿qué se puede decir a estas alturas? Tiene su prestigio reconocido. Yo, sin embargo y con perdón, tengo mis dudas sobre sus capacidades naturales para la comedia. Se desenvuelve, a mi juicio, mejor en el drama.
-Por decirlo de modo directo. No me interesó la propuesta. Me pareció distante y lejana. No me despertó curiosidad. Seguramente era yo el que tenía un mal día. No voy a echar la culpa a nadie.
-Ni siquiera me pareció justificado el título.

-Nada más terminar de ver el otro día la obra teatral ‘Los nadadores nocturnos’ en el Teatro Serantes de Santurtzi, me fui corriendo a meterme en Internet.
-Tenía algunas referencias de la directora Carlota Ferrer y del autor José Manuel Mora. Pero deseaba saber mucho más. Quería conocer más detalles sobre su trayectoria y sobre sus actividades presentes.
-Encontré los datos que me confirmaron sus proyectos respectivos y sus vinculaciones comunes. Son dos ‘teatreros’ a los que hay que seguir muy de cerca.
-‘Los nadadores nocturnos’ me pareció un espectáculo muy bien pensado, bien escrito, bien dirigido, bien interpretado. Bien ambientado. Bien vestido.
-Han hecho, todos, un trabajo novedoso, innovador, pero comprensible, que llega al público y provoca emociones.
-Lo dicho. Recuerden estos nombres: Carlota Ferrer y José Manuel Mora. Cuando los vean en un cartel, decídanse a entrar.

-Ayer vi, en el teatro Arriaga, la obra ‘El testamento de María’ interpretada por Banca Portillo, bajo la dirección del cineasta Agustí Villaronga. El texto original es del escritor Colm Toibin, pero el director lo ha adaptado en algunos puntos.
-Comienzo con la anécdota de un amigo que salió muy enfadado de la representación. Es católico ferviente. El enfado lo justificaba por considerar que se han cambiado los hechos ‘verdaderos’ sobre la vida de Jesucristo de modo intencionado para ridiculizar su figura y ofender a sus seguidores. Yo traté de convencerle de que se trataba de una obra de teatro y no de una lección de historia. También intenté hacerle ver que la narración de los evangelios tampoco pasaría un control de veracidad. Pero él mantuvo su enfado.
-Otras muchas personas de mi entorno en el teatro pensaban, en cambio, que era un buen ejercicio de ver desde otro punto de vista el acontecimiento y los personajes que se han convertido en bases tan fundamentales para las religiones de Occidente.
-Alguno pensaba incluso que parece más real la reacción de la madre que se presenta en la obra de teatro que las visiones religiosas encorsetadas en estampas y prejuicios interesados.
-Hay que reconocer que algunos consideraban que la madre de la obra teatral toma una postura muy dura con su hijo, con las doctrinas que expone y con su actitud prepotente. También critica muy duramente a sus acompañantes discípulos. Asimismo, es muy crítica con los romanos y casi más con las autoridades judías. Llega a ser mostrada como una pagana por su devoción hacia la diosa Artemis.
-Lo obra, sobre todo, muestra el dolor de una madre, la actitud de una mujer herida.
-En lo que coincidían casi todos era en alabar la interpretación de Blanca Portillo.
-Como opinión personal, destacaría que es una obra de teatro viva que plantea un tema profundo, serio y polémico. Es una ocasión para reconciliarse con la función social del teatro.

-He prestado una gran atención a la representación de ‘Brujas, ninfas y reinas’ en el ciclo de los cuartitos del Teatro Arriaga no sólo por la amistad con Los dos principales implicados, Itziar Lazkano y Felipe Loza. Han hecho ya otras cosas de interés. Por lo tanto, hay que seguirles la pista.
-Esta obra tiene un precedente en ‘Lorquianas’, que el mismo equipo presentó en los cuartitos hace dos años. En aquella ocasión, tuvo un notable eco por la calidad de la propuesta y porque el público pudo identificar claramente los personales de Federico G. Lorca de los que se hablaba.
-Este espectáculo de los personajes femeninos de Shakespeare ha requerido más trabajo. El mundo del autor isabelino es más amplio. Felipe Loza ha realizado un trabajo a conciencia en el tratamiento de numerosas e importantes damas de las comedias y tragedias de este autor. Sobre todo, de las tragedias.
-En su trabajo, las presenta unidas a todas. Ha intentado algo parecido a una síntesis, destacando los elementos comunes de todas las obras.
-Eso trae como consecuencia la práctica imposibilidad de identificar cada uno de los personajes a no ser que seas un experto absoluto en este autor.
-En la interpretación, Itziar Lazkano hace otra demostración de sus grandes cualidades y técnica.
-La puesta en escena ha cuidado todos los detalles. Desde el vestuario hasta la música. Éste apartado es digno de mencionar.
-Si hubiera que poner algún pero, sería esa citada dificultad para identificar a cada una de las protagonistas.