-Dicen que ayer fue un día grande para la igualdad entre los hombres y las mujeres.
-¿Todavía estamos con eso?
-El nuevo presidente de los estados unidos del Norte de América, el gran Obama, en elque están puestas todas las esperanzas, firmó una ley que garantiza que, a igual trabajo, debe corresponder igual salario, al margen del género, la raza, la religión o la edad.
-¿Eso se firmó ayer?
-Justamente ayer.
-¿Se firmó en los estados unidos del Norte de América?
-Justamente allí.
-¿Ese país no es considerado como el más rico, y más avanzado, y más de todo entre todos los del mundo mundial?
-Eso dicen algunos.
-Inconcebible, ¿no? ¡A estas alturas de la evolución!
-Oye. Pero Obama no tiene la culpa. Se ha dado prisa en firmar esa ley para remediar una situación vergonzosa.
-Menos culpa tiene todavía la señora Lilly Ledbetter. Lleva años y décadas peleando por el reconocimiento de esa igualdad.
-Lleva muchos años y décadas cobrando menos que sus compañeros varones.
-Ahora tienen 70 años.
-Ha perdido miles y miles de dólares en sus salarios por esta discriminación.
-No los ha perdido. Se los han robado. Es distinto.