Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 21 enero 2012 - 2:50 pm
Categoría: Teatro

 

-Voy a adelantar que en esta ocasión el autor a mejorar es Valle – Inclán. Nada menos que Don ramón del Valle –Inclán.

-Difícil misión, si no imposible. Don Ramón es inmejorable.

-Nos situamos. En el Teatro Campos Elíseos de Bilbao se está representando la versión de la obra ‘Luces de bohemia’ que hace la compañía Teatro del Temple.

-Hablar de ‘versión’ es quizá algo exagerado. Hay un respeto del texto del manco insigne.

-Bueno. Se respeta. Pero el planteamiento teórico es ‘partimos  de la magnificencia de material textual’ de Valle Inclán. ‘Partimos’ se dice. Y también. ‘Optamos por una propuesta desnuda, despojada, que busca la esencia del discurso humano que brota, palmo a palmo, en esta bajada a los infiernos’.

-Bueno. Vamos a ver. Aclárate. ¿Tú crees que los clásicos  son intocables?

-¿Llamas clásico a Valle?

-No, hombre. Todo lo contrario. Los clásicos son tocables. Hay que revivir a los clásicos.

-La ‘versión’ de Teatro del Temple está muy cuidada y trabajada. ¿O no?

-Hay tipos serios por detrás. Hablemos de Alfonso Plou y Carlos Martín.

-Supongo que no te olvidas de los actores. Su trabajo también es de destacar.

-Pero la gente, al salir del teatro, de lo que habla es de la fuerza del texto de don Ramón del Valle – Inclán.

-¡Qué pesado! Eso ya lo sabemos.

   

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 20 enero 2012 - 12:56 pm
Categoría: Teatro

 

-Lo primero que hace Esteso, cuando sale al escenario en ‘Historias de la radio’, incluso antes de levantar el telón, es entonar una canción que comienza con la palabra ‘Ayer’.  Después, se corrige. Cambia esa palabra por otra: ’Anteayer’.

-¿Te pareció premonitorio?

-¡Definidor!

-La información anunciaba el regreso del actor cómico Fernando Esteso al escenario como un revulsivo para la consecución de nuevos públicos.

-Informemos. En la sala de teatro del palacio Euskalduna de Bilbao se ha estrenado la adaptación al teatro de la película ’Historias de la radio’. El protagonista estrella es Fernando Esteso. Vuelve a los escenarios después de un tiempo largo, apartado por enfermedades y problemas personales o profesionales.

-Entre un determinado tipo de público teatral, todavía se recuerda su humor. Fue muy popular.

-Debo puntualizar que yo no estoy entre ese público.

-¡Ojo! Tampoco te hagas tú el intelectual estrecho. Todos los públicos son respetables.

-El público de ayer era numeroso y diferente al habitual de los estrenos.

-Yo quiero rebatir esa alusión perversa y sibilina a lo de ‘ayer’, calificándolo de pasado de moda. Manifiestamente es una recreación de la película ‘Historias de la radio’. Hace décadas que se estrenó. Por lo tanto, es de ayer. No se pretende disimular. Es, además, un homenaje al director de esa película, José Luis Sáenz de Heredia, en el centenario de su nacimiento. Se lo hace su sobrino Álvaro.

-Yo ratifico que esa recuperación nostálgica no se hace a escondidas, con disimulo y como con vergüenza. Se realiza con todo descaro.

-Otra cosa. La utilización de decorados con proyecciones es más moderna que en otras obras pretendidamente modernas. Permite escenas rápidas con un ritmo muy apreciable.

-La gente aplaudió. Se lo pasó bien. ¡Entérate!

-. No me presiones. Ya dijo alguien que hay gente para todo.

-También debe haber teatro para todo tipo de público.

-¡Vale!

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 16 enero 2012 - 1:19 pm
Categoría: Teatro

 

-He asistido este fin de semana, en el espacio La Fundición de Bilbao, a la representación del espectáculo titulado ‘Tierra pisada, por donde se anda, camino’, una producción de El canto de la cabra, creado y realizado por Elisa Gálvez y Juan Úbeda.

-Se trata de un espectáculo experimental, una creación diferente. Alguien utilizó la palabra Instalación.

-Igual los creadores no están de acuerdo con la palabra  espectáculo, o con el calificativo de instalación, o con que se diga que es una experimentación.

-No me parece que sean tan quisquillosos. Ellos se sienten libres con lo que han hecho. Los que lo comentan nos debemos sentir igualmente libres.

-Los elementos son: novecientos hilos negros, que al principio no se ven. ¿Novecientos? Cada uno con su nudo. Por lo tanto, novecientos nudos. De algunos nudos, se cuelgan tijeras. De otros nudos, se cuelgan flores. Esto, después.

-Los intérpretes van pasando entre los hilos como si no quisieran tocarlos.

-Es muy posible que no les parezca exacto el calificativo de intérpretes. Pero no importa. Creo.

-Los hilos se van quemando. Las tijeras caen al suelo. La mayoría se clava con un sonido contundente.

-Una cosa importante. Creo. Las flores están secas.

-Hay una proyección de imágenes de cerraduras.

-Eso a la derecha del escenario, según mira el espectador. A la izquierda, se proyecta un texto breve. De frases cortas. Divide el contenido en tres actos.

-Los actores (¿) aseguraron que prefirieron proyectar el texto sobre la pared en lugar de decirlo.

-Yo pensé bastante en el título. La alusión al camino, la tierra pisada, el trayecto por el que se anda.

-En los coloquios posterior y posterior, se habló de la experimentación teatral. Yo dije que tenía que pensar sobre ello mientras caminaba de noche hacia casa.

-Aunque no te guste, te diré que tú eres un zorrete. Cuando no sabes qué decir, argumentas que tienes que pensarlo.

-Entonces, siempre.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 15 enero 2012 - 5:54 pm
Categoría: Teatro

 

-Ayer fui al Teatro Barakaldo. Vi la representación de la obra ‘Carcajada salvaje’ de Christopher Durang, protagonizada por Charo López y Javier Gurruchaga, o al revés, dirigida por Joseph Costa y producida por Jesús Cimarro.

-¿Y qué?

-Comienzo destacando los comentarios que oí al salir del teatro, en el metro cuando iba a mi casa por la noche. Aludían negativamente a la sorpresa que se habían llevado al descubrir que se trataba de monólogos. La información previa sobre la obra llevaba a pensar que se traba de un espectáculo dialogado.

-El hecho de anunciar como protagonistas a un actor y una actriz o al revés, lleva a la misma confusión.

-¿Se puede pensar que a los espectadores habituales del teatro no les gustan los monólogos?

-Supongo que mayoritariamente les gustan menos.

-Lo importante es ir con una idea o una expectativa y encontrarse con una realidad distinta.

-Entre los espectadores había algún espía interesado en valorar la obra con vistas a la programación de la semana grande de Bilbao.

-Pudo comprobar que el tirón está asegurado por la fama y el atractivo de los protagonistas. El teatro Barakaldo estaba lleno. Cosa que no es habitual.

-¿Entonces, se la recomiendas?

-Líbreme Júpiter de hacer recomendaciones. Sobre todo, cuando hay dinero por medio. El espía presente sabe mucho más que yo de eso.

-Digamos a favor que es una obra o unos monólogos trabajados, por el director y por los actores. O al revés.

-Los monólogos son cómicos. En la comicidad Javier Garruchaga se mueve mejor que Charo López.

-Charo López hace un esfuerzo muy notable dentro del campo de la comicidad.

-Otro aspecto. Está claro que hay crisis de fondos en la producción teatral.

-¿Lo dices por la ausencia de decorados y mobiliario?

-Es un síntoma. ¿No?

-Yo me quedo con lo positivo. La sala estaba llena.

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 13 enero 2012 - 11:43 am
Categoría: Teatro

 

-Juan Margallo y Petra Martínez han demostrado sobradamente su gran amor al teatro.

-¡Son un ejemplo de militancia del teatro militante!

-Desde hace mucho tiempo, están en la lucha del teatro independiente, buscando nuevos caminos, obras diferentes, espectáculos y públicos alternativos.

-También para públicos ‘normales’. Ellos no hacen ascos a nadie. Todo lo contrario.

-¡Calidad ya tienen! Y capacidad de autocrítica.

-Ahora están con ‘La madre pasota’ de Darío Fo en Bilbao, en el nuevo espacios de exhibición teatral Pabellón 6.

-En el espectáculo, también presentan ‘Cosas nuestras de nosotros mismos’.

-Son días de frío para un local como Pabellón 6.

-Desde luego que sí. El espectador encontrará estos días, en cada butaca, una manta para abrigarse durante el espectáculo.

-Una iniciativa imaginativa. Butaca con derecho a manta.

-Y los actores  también necesitan manta para actuar.

-Estará en el contrato. ¿No? Ya que es difícil conseguir caché fijo, por lo menos no estar tiritando.

-Lo dicho: ‘Por amor al teatro’.

 

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