David Barbero
-Hay que reconocer la utilidad de festivales de teatro y danza contemporánea como el BAD. Se pueden encontrar joyitas interesantes por muchos aspectos. Unos espectáculos son innovadores. Otros no tanto. Pero en todos se puede aprender.
-También se pueden presencia espectáculos cuya definición principal no es la innovación. M refiero a ‘la máquina de la soledad’, que ayer vi en la sala de la Fundición.
-Seguramente hay que poner por delante su carácter cercano, acogedor, sorprendente, emotivo, fascinante.
-Hasta físicamente te mete en otro mundo. Y no sólo me refiero al apasionante mundo de las cartas de amor o desamor que llegan a no a sus destinos.
-El ambiente de misterio, de realidad nebulosa, de sorpresa velada, de esperpento amable tiene una eficacia y un mérito impresionante.
-Lo pequeño, la tecnología aparentemente precaria, diminuta, invisible adquiere un valor comunicativo extraordinario.
-Es un homenaje a las cartas postales. En sí mismas. Pero sobre todo como depositarias de emociones, sentimientos e historias íntimas.
-Ha sido una ocasión para conocer a la compañía mexicana Microcopía de Shaday Larios.
-pero sobre todo queda en la retina y en la memoria la figura, la persona y el personaje del navarro Jomi Oligor.
-No sé si tú te encontrarás con este espectáculo, Pero si te aparece por algún sitio, no lo dejes escapar. Aprovéchalo.