David Barbero
-Esta tarde he acudido al teatro Arriaga de Bilbao con una notable inquietud. Todavía mayor que otras veces.
-He ido a ver la obra titulada ‘Amistad’ escrita por Juan Mayorga. Está interpretada por tres reconocidos actores como son Ginés García Millan, Daniel Albadalejo y José Luis García Pérez. Éste ultimo es, además, el responsable de la dirección.
-Esta obra se ha representado con anterioridad en Madrid. Allí ha tenido un notable éxito de público, lo que se ha atribuido, principalmente, a la gran popularidad de los intérpretes. Sin embargo, en la mayoría de los comentarios críticos se han expuesto valoraciones bastante negativas al texto de Juan Mayorga.
-Este último aspecto es el que ha provocado mi inquietud.
-Confieso, por decir las cosas claras desde el principio, que yo tengo en una muy alta consideración la escritura teatral de Mayorga. Sin entrar en comparaciones, me parece que es el autor más interesante en lengua española en estos momentos.
-Me extrañaba que su trabajo, en esta ocasión, fuera merecedor de las criticas que había leído sobre este texto. Esa extrañeza me ha provocado la curiosidad, el deseo, digamos que las ansias, de comprobarlo personalmente y sacar mis propias conclusiones.
-Una vez vista la obra, ‘Amistad’, esta tarde sobre el escenario de teatro Arriaga, me ha parecido una muestra del trabajo textual y escénico que siempre acompañan a los textos de Mayorga. De su experimentación, de su búsqueda de nuevos caminos expresivos, de los retos innovadores que él mismo se pone.
-Ha tomado como tema inmediato de observación y análisis la amistad, las diferentes aristas de la relación de tres amigos. A la vez, ha querido trascender esa reflexión a la investigación del comportamiento humano más general. A la vida misma. A la verdad y la mentira. A lealtad.
-Como es costumbre en él y como es más propio del teatro, no lo ha afrontado de modo directo, abierto o evidente, sino a través del juego o la metáfora, o el simbolismo.
-Tampoco ha realizado un tratamiento lineal, lógico y ordenado. Ha elegido un camino más fragmentado, más indirecto, más propio del juego. Ha mezclado tiempos y lugares. Ha interrumpido narraciones para concluirlas después. Ha provocado ambivalencias. Ha juntado luces y sombras.
-También me ha parecido, subjetivamente, que el juego de las muertes aparentes de los tres personajes no ayuda sino que perjudica.Resta credibilidad y provoca desviaciones. Como si el experimento no estuviera completamente maduro o matizado o limpio de aristas.
-Asimismo, he querido ver que la interpretación, el tono, la actitud, la intención de los interpretes, y la del director han ido en esa misma línea o búsqueda, como un trabajo serio y calculado, cómplice con el autor.
-Deseo terminar con una solicitud. En estos comentarios. siempre me muevo con más dudas que certezas, con más incertidumbres que claridades. En esta ocasión, todavía más.
-Por esa razón, os pediría contrastar con vosotros estas sinceras reflexiones.