-Una recomendación: Entrad en el nuevo año con el pie izquierdo. Es año impar.

-Eso es una tontería.

-Tú, entra con el pie derecho y verás.

-Además, 2011 no es sólo impar. Es número primo.

-Bueno. Bueno. Bueno. Si es número primo, esto se complica mucho.

-Yo, por si acaso, entraré con el pie izquierdo y también con la mano izquierda.

-Lo importante es la parte izquierda del cerebro.

-Yo creo que no la tengo.

-¿Te refieres a esa película que ahora está de moda y que lleva el título de ‘El discurso del rey’?

-Podría ser perfectamente una obra de teatro.

-O una pequeña novela histórica.

-Histórica porque se refiere al pasado.

-Está basada en unos personajes y unos hechos que han sucedido.

-Podrían colocarse en otros contextos históricos. Las circunstancias en que se desarrollan los hechos no tienen incidencia.

-Hasta se olvidan o las separan deliberadamente. Y mira que hay cosas interesantes como las tendencias nazis de rey,

-Como muestra narrativa es muy interesante. Un rey es tartamudo y tiene que pronunciar un discurso muy importante. Ahí está todo: los miedos, los conflictos, las tensiones, la acción dramática, la lucha por un objetivo, la incertidumbre del resultado.

-Los teóricos veis mas cosas de las que hay.

-¡No me digas que te ha gustado la ultima película de Alex de la Iglesia a ti!

-¿Por qué no me iba a gustar a mí? Yo sé apreciar el buen cine.

-Tú eres un hombre exquisito. De buen gusto. Prefieres las obras bien terminadas, cuidadas, controladas en su desarrollo.

-Eso es lo que a mí me gusta. Intento moverme en esos parámetros. Pero sé apreciar otras cosas que vayan por caminos distintos.

-Esta ‘balada’ de Alex de la Iglesia es una desmesura. Un desparramamiento total. La exageración más desmadrada de toda su trayectoria.

-En eso puede estar parte de su mérito. ¿No?

-Es un atrevimiento desproporcionado. Pero valiente.

-Demasiada ambición. Pretende dar una interpretación a cincuenta años de la historia de España a lo largo del siglo XX.

-Esa valentía, esa osadía es la que hay que alabar.

-Vale. Si tú lo ves así.

-¡No me digas que te ha gustado la ultima película de Alex de la Iglesia a ti!

-¿Por qué no me iba a gustar a mí? Yo sé apreciar el buen cine.

-Tú eres un hombre exquisito. De buen gusto. Prefieres las obras bien terminadas, cuidadas, controladas en su desarrollo.

-Eso es lo que a mí me gusta. Intento moverme en esos parámetros. Pero sé apreciar otras cosas que vayan por caminos distintos.

-Esta ‘balada’ de Alex de la Iglesia es una desmesura. Un desparramamiento total. La exageración más desmadrada de toda su trayectoria.

-En eso puede estar parte de su mérito. ¿No?

-Es un atrevimiento desproporcionado. Pero valiente.

-Demasiada ambición. Pretende dar una interpretación a cincuenta años de la historia de España a lo largo del siglo XX.

-Esa valentía, esa osadía es la que hay que alabar.

-Vale. Si tú lo ves así.

-¡No me digas que te ha gustado la ultima película de Alex de la Iglesia a ti!

-¿Por qué no me iba a gustar a mí? Yo sé apreciar el buen cine.

-Tú eres un hombre exquisito. De buen gusto. Prefieres las obras bien terminadas, cuidadas, controladas en su desarrollo.

-Eso es lo que a mí me gusta. Intento moverme en esos parámetros. Pero sé apreciar otras cosas que vayan por caminos distintos.

-Esta ‘balada’ de Alex de la Iglesia es una desmesura. Un desparramamiento total. La exageración más desmadrada de toda su trayectoria.

-En eso puede estar parte de su mérito. ¿No?

-Es un atrevimiento desproporcionado. Pero valiente.

-Demasiada ambición. Pretende dar una interpretación a cincuenta años de la historia de España a lo largo del siglo XX.

-Esa valentía, esa osadía es la que hay que alabar.

-Vale. Si tú lo ves así.