DAVID BARBERO
-He acudido esta tarde del miércoles día 27 de marzo, fecha en la que se conmemora el día mundial del teatro, a ver la obra titulada ‘Mil sombreros’ en el teatro Campos Elíseos de Bilbao.
-Permitidme, desde el principio, una puntualización. En este breve párrafo anterior, he utilizado el verbo ‘conmemorar’. Creo que, de modo general, se utiliza el verbo ‘celebrar’ referido al día mundial del teatro. No sé si es apropiado. Y tampoco estoy absolutamente seguro que la celebración esté absolutamente justificada, aunque haya datos para el optimismo. Las cifras de asistencia de publico son buenas. Los apoyos públicos son mejorables, pero tampoco están mal. Se producen muchos proyectos. Existe cierto optimismo, además de quejas justificadas, en el sector. Pero supongo que no son ésos todos los parámetros a considerar.
-Adelantaré que la obra que he ido a ver en el Teatro Campos Elíseos, ‘Mil sombreros’, ya la había visto. Pero tenía interés en volver a analizarla. He sacado, de nuevo, una buena impresión sobre ella y sobre el trabajo realizado. En él, están implicados Braulio Cortés, Gorka Mínguez, Adrián García de los ojos y la niña Lucía Mínguez. Añadiré que yo también he ido acompañado de mi nieta, que ya es una habitual espectadora y activa teatrera.
-Antes he aludido a esa cuestión de los verbos celebrar o conmemorar. Quisiera añadir otro verbo. Reflexionar. Lo hago para introducir la conveniencia de aprovechar este día para analizar la situación del teatro y para hacerse preguntas.
-Supongo que a nadie le interesa saber las preguntas que yo me he hecho. De todos modos, diré que iban encaminadas en dos direcciones. Por un lado, versaban sobre si las artes escénicas se están incorporando a los nuevos tiempos y las nuevas tecnologías. Por otro, también trataban sobre si el teatro tiene o no incidencia en la sociedad.
-He dado a conocer estas preguntas mías, porque yo sí que tendría curiosidad por conocer vuestras preocupaciones teatrales, si es que existen.