DAVID BARBERO
-Confieso que tenía un interés principal al acudir hoy al teatro Arriaga de Bilbao a ver la obra ‘Equus’, a la que en el título de este comentario he calificado de clásico moderno. Ese interés consistía en comprobar si esta obra, que está cumpliendo su medio siglo de existencia, mantiene o no su actualidad, su vigor ideológico, su consistencia dramática y también su capacidad de provocar polémica.
-Digamos, antes, de qué va la obra, por si a alguien le falta información. Se trata de un psiquiatra o psicoanalista que es requerido judicialmente para que intervenga en el caso de un joven acusado de haber agredido y cegado a varios caballos, envuelto en un proceso psicológico complicado. En el argumento, se expone el desarrollo del tratamiento psicoanalítico.
-Inciden especialmente las dudas éticas del medico sobre si es justificable o no esa ‘curación’ para adaptar al supuesto enfermo a la sociedad alienante. Asimismo se destacan los posicionamientos religiosos exagerados de la madre del joven, ultra religiosa y contraria al sexo. Y los comportamientos poco ortodoxos o cívicos del padre. También incide mucho el comportamiento del propio ‘paciente’, sus reacciones extrañas, ademas de la ambigua relación sexual tanto con su novia como los propios animales. Especial importancia se ha dado a una escena concreta en la que el joven aparece desnudo, en la que también está implicada la novia.
-Durante este medio siglo de existencia, la obra ha tenido diversos estrenos o adaptaciones y ha sido objeto de diversas polémicas. En el comienzo de los años 70 del siglo pasado, conceptos como el psicoanálisis, las sospechas de zoofilia, la religión conservadora, los planteamientos de la anti-psiquiatría y los desnudos en escena eran elementos incendiarios para provocar debates y polémicas.
-Otro motivo para añadir popularidad fue el pase al cine, en un film protagonizado por Richard Burton y Peter Firth, a los pocos años del estreno teatral. Algunos años más tarde, 2007, también en el mundo anglosajón, se produjo otro momento en el que se mezcló el debate, la propaganda y hasta polémica social. Estuvo centrada sobre todo en el punto del desnudo integral. Resulta que el protagonista joven era el actor Daniel Radeliffe, famosísimo entonces, al haber protagonizado las películas de Harry Potter. El anuncio de que iba a aparecer desnudo sobre el escenario, cuando todavía era menor de edad, fue la causa de aquel alboroto y aumentó la asistencia de público.
-En España, esta obra fue estrenada bastante pronto. En 1975. La iniciativa la tuvo el director Manuel Collado, dinamizador del teatro en aquellos años. Todavía vivía Franco y existía la censura. Así que inicialmente se prohibieron los desnudos en los que se vieron implicados el actor Juan Ribó y la actriz María José Goyanes. Pero al poco tiempo, se fueron saltando esa prohibición. Tal circunstancia llevó a que se alargara la polémica por ese motivo, aunque no se extendió a otros aspectos ni ideológicos ni sociales en la dictadura.
-En la versión que estos días ha llegado al teatro Arriaga de Bilbao, participa como adaptador Natalio Grueso. De la dirección escénica, se ha responsabilizado Carolina África. En interpretación, intervienen Roberto Álvarez, como el psiquiatra; Alex Villazán, como el joven ‘enfermo’; Claudia Galán en el papel de la novia, además de Jorge Mayor y Mamen Camacho que interpretan varios personajes.
-He dicho al principio que yo he acudido especialmente motivado en analizar si, después de medio siglo, se mantienen esas connotaciones de polémica, debate y controversia o si se le nota decisivamente el paso del medio siglo. Así que me veo obligado a dar mi opinión.
-Lo hago con toda sinceridad, aunque consciente de la subjetividad de todas las opiniones. Y además conocedor ya de que existe discrepancia con personas, cuya opinión respeto.
-A mi juicio, a ‘Equus se le nota muy claramente el paso de estas décadas y, además, de modo irreversible en numerosos aspectos. Los planteamientos del psicoanálisis que antes interesaban y tenían numerosos seguidores, ahora ya han pasado a la historia con bastante olvido. Al movimiento anti-psiquiatría le ha pasado bastante de lo mismo. Sobre los comportamientos ultras por la religión, hay que decir que han perdido seguidores y apenas tienen eco social. La discusión ética tiene ahora otros planteamientos.
-En cuanto a las cuestiones netamente teatrales, es evidente que las representaciones escénicas han avanzado en muchos aspectos. Ni los ritmos ni los movimientos sobre el escenario, ni de los interpretes ni del atrezzo, se hacen de la misma manera.
-Así que sólo quedaría la posible curiosidad sobre los desnudos. Y en la representación de hoy, no me ha parecido ver a nadie escandalizado/a ni preocupado/a por esa circunstancia, aunque la directora de escena sí que haya disminuido mucho la luz en esas escenas.
-Así que el polémico e inquietante ‘Equus’ ha alcanzado el estatus de, o se ha quedado en, un distante clásico moderno , como referencia del pasado. Hay que reconocer, sin embargo, que pocas obras alcanzan esa categoría.