Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 21 septiembre 2013 - 5:13 pm
Categoría: General

-Estos días he asistido con gran interés al ensayo general y al estreno, en el Teatro Arriaga de Bilbao, de la obra teatral ‘El crédito’.
-Tiene muchos alicientes. Los dos actores, Carlos Hipólito y Luis Merlo son muy buenos. El director, Gerardo Vera, es una referencia. Pero mi principal objetivo de análisis era el autor, Jordi Galcerán, quizá el de más éxito entre los que escriben en lengua española.
-¿Ha merecido la pena toda esa atención?
-¡Desde luego que sí! Es una obra digna de análisis.
-Partamos de un detalle significativo. Con esta obra, Galcerán ha ganado el primer torneo de dramaturgia catalana y el enfrentamiento, también dramatúrgico, entre Cataluña y Argentina.
-¿Por qué destacas ese aspecto o esa circunstancia?
-Ese detalle me permite analizar la obra desde el punto de vista de ejercicio de estilo, de reto, de juego de arquitectura teatral, de competición, de demostración de pericia y habilidad. En detrimento del contenido, de la intención, de la tesis, de la crítica.
-Hay quien ha presentado esta obra como un análisis de la crisis económica actual.
-Algo de eso hay en el punto de partida. Después, camina por otros derroteros. A partir de un acontecimiento cotidiano, se introduce en este juego dramático, cada vez más complicado, que avanza progresivamente con pericia y maestría.
-Hay que destacar esa habilidad que Galcerán demuestra en ese desarrollo. Cómo va dando los distintos pasos. Cómo coloca las sorpresas. Los puntos de apoyo. Los atractivos para el público. Los avances en la acción.
-Cómo va dosificando la información. Cómo la anuncia y no la suelta hasta haber jugado suficientemente con los espectadores.
-Es un maestro en lo que llaman la carpintería teatral.
-Da la sensación de que ha realizado un esquema, incluso gráficamente, en el ha especificado la novedad, la sorpresa que iba a desvelar en cada uno de los apartados.
-También ha trabajado sobre los personajes. Dos.
-¿Te atreverías a decir que están bien trazados los dos?
-Uno de ellos, el director de la sucursal del banco, está cuidadosamente perfilado, con muchos detalles, con determinación de su situación familiar, y social. Se nota que le presta mucha atención. Utiliza esos aspectos para ir desvelándolos progresivamente.
-En cambio, el otro no está tan perfildo.
-Casi no está definido. El propio actor encargado de encarnarlo ha expuesto esa carencia. Se dejan en el aire muchas cosas. No se resuelven al final de la obra. Se está esperando una sorpresa, un giro sobre sus intereses, sobre su estrategia. Pero no llegan.
-Puede ser una estrategia del autor. Quizá lo haya hecho intencionadamente.
-Se prefiere terminar con una gracieta de gran impacto en el público, en lugar de rematar todas las incógnitas abiertas.
-A mí, la escena que más me ha gustado ha sido la conversación telefónica entre el director de la sucursal y su mujer. Perfectamente graduada, sugestiva. Se va percibiendo lo que ella dice, sin escucharla, por las reacciones de él. Se ve cómo avanza la complicación entre ellos.
-En cambo la primera parte puede ser un poco larga. Se estira demasiado. No va a avanzando en intensidad. El remate de esa parte con el enfado del director queda un poco artificial.
-También la exposición de las estrategias de conquista por parte del otro personaje queda poco creíble. El casado parece demasiado torpe y de escasas luces.
-En resumen, una obra muy bien construida. Un ejercicio teatral interesantísimo.
-Una pena que no se haya cuidado también el contendido.

Esta entrada se escribio el Sábado, 21 septiembre 21 2013 a las 17:13 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

Dejar un comentario

Esta página web utiliza cookies para mejorar tu visita adaptando la navegación a tus preferencias.
Para seguir navegando tienes que Aceptar las política de cookies. Más información