Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 26 noviembre 2016 - 11:06 am
Categoría: General

David Barbero

-Hay que felicitarse por la abundancia de obras de teatro que afrontan con valentía los problemas políticos actuales.
-Ésa siempre ha sido una de las principales funciones del teatro. Debe ser la conciencia de la sociedad.
-Ha de convertirse en un foco de reflexión y hasta de cambio social.
-Durante mucho tiempo, ha sido sólo una caja de risas o un museo de cuadros antiguos.
-Tampoco tires las campanas al vuelo. El teatro político todavía es muy minoritario.
-Todo esto viene a cuento de que estos días en Pabellón 6 de Bilbao se está poniendo estos días ‘Los esclavos de mis esclavos’ de la compañía Meridional producciones.
-El autor es Julio Salvatierra y el director Álvaro Lavín. Tienen acreditado su buen hacer y su compromiso.
-¡Igual que los actores y actrices que participan en la obra!
-Con la anécdota del secuestro de unos cooperantes en Afganistán, hacen una reflexión seria sobre unos graves problemas de la situación internacional.
-Los de la Meridional están cumpliendo veinte años de actividad.
-Lo que corresponde, entonces, es ‘Felicidades y mucho ánimo’.

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