Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 12 diciembre 2020 - 12:14 am
Categoría: General

David Barbero
-Cuando esta tarde, en medio de la lluvia, he ido a Pabellón 6, ya me había informado de que la obra teatral que iba a ver era la más ‘rupturista’ de las producidas por la joven compañía hasta ahora.
-Esa información ha aumentado mi interés y mi curiosidad. No sólo por ver la obra. También por presenciar la reacción del público ante un espectáculo de esas características.
-Se trata de ‘Todo saldrá bien’. Es su segunda propuesta, tras la independencia. En esta fase, los jóvenes controlan ya todo el proceso. En esta aventura. están implicados directamente, como intérpretes, Nagore Cenizo-Arroyo, Leire Ormazabal, Itxaso Gil, Alazne Astorga, Arnatz Puertas y Aitor Echarte. Bajo la dirección de Iñigo Cobo, que también es el responsable del texto.
-En esta obra, se meten a analizar el presente inmediato, el momento actual, el ahora mismo de la pandemia. Con lo difícil que es eso entre tanta incertidumbre. Además, quieren vislumbrar el futuro desde este presente y con alusiones al pasado. Tratan los temas teóricamente ‘importantes’ desde metáforas de lo cotidiano. Con lo arriesgado que se presenta. Mezclan la realidad y la ficción, la información y lo inventado. O quizá sea al revés. Intentan descubrir la verdad entre las mentiras, si es que existe.
-Utilizan los métodos y técnicas más rupturistas. La duplicidad de acciones paralelas. La fragmentación. Los cambios de identidad. Las interrupciones por sonidos, movimientos de objetos, saltos o acciones de complicidad hacia el público. Establecen un ritmo vertiginoso, sin dejar respirar a las acciones entrecortadas y unidas a veces por contrastes.
-Que sirva todo esto como mera descripción superficial y bastante inexacta de las características, fragmentación, ruptura y ritmo del espectáculo.
-No se podrá decir que los miembros de la compañía joven de pabellón 6 de Bilbao no son valientes, decididos, arriesgados y hasta osados. No eligen retos fáciles para sus propuestas escénicas. Prefieren propósitos complicados y de riesgo.
-No es sólo una manera de aprender, crecer, experimentar, hacerse mayor. En su atrevimiento, se nota una decisión y una voluntad de plantar cara y dejar constancia de su presencia. Es una clara afirmación del nuevo camino por el que desean transitar.
-El mérito debe repartirse entre todos los implicados que he citado más arriba. Me permitiría sugerir un porcentaje extra para Iñigo Cobo por la autoría y la dirección.
-He manifestado arriba que otra curiosidad mía estaba en observar la reacción del público. Primera comprobación: la sala estaba llena y ha habido que añadir algunas butacas no previstas. Lo cual es significativo ante una propuesta tan difícil también para los espectadores. La mayoría, jóvenes. Pero también, había ‘adultos’. Por utilizar un término aséptico. El seguimiento de la obra ha sido en silencio y con bran atención. El aplauso final, potente, continuado y entusiasta.
-Supongo que las conclusiones precipitadas pueden no ser exactas. Pero no yo quiero ocultar mi satisfacción de que aquí se produzcan estas propuestas y reciban esa reacción.

Esta entrada se escribio el Sábado, 12 diciembre 12 2020 a las 0:14 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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