Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 10 octubre 2021 - 12:37 am
Categoría: General

David Barbero

-Debo reconocer que, cuando esta tarde iba hacia el teatro Arriaga de Bilbao a ver la adaptación teatral de ‘La casa de los espíritus’ de Isabel Allende, tenía dudas sobre una operación tan difícil.
-Eso a pesar de la confianza que me inspira Carme Portacelli como adaptadora y directora. Y también la dramaturgia de Anna María Ricart. Y la muy buena opinión sobre las y los miembros del equipo que han participado en este proyecto.
-Pero es que esta novela de Isabel Allende tiene una muy notable entidad. Y una muy destacada complejidad. Su estructura no es precisamente la más fácil para colocarla sobre el escenario. El desarrollo temporal, de casi un siglo, con sus idas y venidas, también aporta sus problemas.
-También los muchos y complicados personajes. Las distintas generaciones con sus interferencias, disparidades y herencias. Los prohombres significativos e importantes. La fuerza, el dinamismo y las líneas marcadas por las mujeres. La continuidad y las diferencias entre Nívea, Clara, Blanca y Alba.
-Una dificultad más, entre otras, la dinámica interna de la familia y la repercusión exterior. El país, la política, el poder, la riqueza, la revolución social, la ambición, la necesidad del perdón, el amor.
-Pero también reconozco que, desde el comienzo de la representación, sobre el escenario he encontrado el espíritu y la historia de Isabel Allende. También he sentido la presencia de esos espíritus del título que hace moverse la acción, que impregna los personajes, que suaviza los enfrentamientos, que hace posible lo que parecía inverosímil. El llamado realismo mágico.
-Allí estaba el laberinto donde la memoria lucha con la verdad y trata de superar las contradicciones. La ficción mágica se pelea con la realidad más prosaica. Las emociones enfrentadas intentan complementarse, aunque, a veces, resultan incompatibles.
-Quizá convenga señalar también las diferencias de tratamiento en los actos en que se divide la representación. En los tiempos más lejanos, el realismo es más mágico. Los hechos más cercanos, los referidos al asesinado presidente Salvador Allende, a la represión dictatorial de Pinochet y la colaboración de Estados unidos, se tratan con un realismo más directo y un análisis más meticuloso. Todo ello demuestra el extraordinario trabajo y el gran mérito de la adaptadora y la directora.
-El abuelo Esteban y la nieta Alba, encarnados por Francesc Garrido y Miranda Gas, van colocando las piezas del puzle. Las figuras más potentes de la saga familiar muestran sus fortalezas que sus debilidades. En esa labor, quedan demostradas las capacidades interpretativas. Habría que añadir el personaje de la abuela Clara, interpretada por Carmen Conesa. Una misteriosa mujer e inquietante personaje, cuya mirada seguramente es la de la autora Isabel Allende, quien también queda enmarcada en la nieta narradora.
-La importancia de los muchos personajes que participan en esta historia y su complejidad interna representan una exigencia interpretativa muy matizada en todos los actores y actrices. Incluso mayor en los que se tienen que multiplicar en varios roles. Así que merecen ser citados: Jordi Collet, Inma Cuevas, David Fernández, Gabriela Flores, Borja Luna, Pilar Matas y Guillermo Serrano.
-Es un montaje éste que sería imposible sin una colaboración muy destacada de las llamadas aportaciones técnicas. A ellas se debe atribuir una buena parte del mérito en la creación de esa atmosfera mágica, misteriosa y de denuncia. El diseño escénico de Paco Azorín. La iluminación de David Picazo. El cuidado vestuario de Carlota Ferrer. La coreografía de Ferrán Carbajal. La música de Jordi Collet.
– En definitiva, un muy meritorio trabajo esta adaptación teatral, que además puede resultar muy oportuna en los tiempos presentes, para hacer ver los riesgos que acarrean para toda la sociedad determinadas actitudes sociales y políticas.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 9 octubre 2021 - 12:02 am
Categoría: General

David Barbero

-Cuando esta tarde he ido caminando, por el paseo de la ría de Bilbao, hasta pabellón 6 para ver el estreno de ‘Yo maté a mi hija Hildegart’ llevaba una gran curiosidad. Deseaba descubrir cómo se plantearía teatralmente este caso tan controvertido y complejo. En realidad, se trata de una incógnita sin resolver desde hace un siglo. Ha despertado curiosidad, interés, polémicas y también un notable morbo.
-Mientras andaba, recordaba los hechos que, en varias ocasiones y por diversos motivos, me han llevado a documentarme sobre ellos. Para ser más exactos, iba recordando los hechos conocidos, las muchas incógnitas por descubrir y las escasas claves para valorarlo.
-Aparecían el complicado proyecto eugenésico de su madre, Aurora Rodríguez Carballeira, para crear a la mujer perfecta. Su deseo de buscar a un varón especial con el único objetivo de engendrarla. La educación para que fuera un modelo de mujer libre, sabia y activista para el futuro. El asesinato de la hija que había creado. Sus desequilibrios mentales. Su gran capacidad intelectual. Aunque autodidacta, propuso avances en medicina. También participó en la vida pública, en la ciencia, en la política,
-La cortísima vida de Hildegart. Pero extraordinaria, intensa y exitosa. Casi sin superar la adolescencia, era ya una gran oradora, activista, polemista y escritora. Con varias carreras universitarias. Propuso y defendió la reforma sexual para lograr la liberación femenina. Lanzó avanzadas ideas sociales sobre la mujer.
-Todo ello ha ido aumentando, todavía más, mi interés y mi curiosidad por asistir a esta propuesta teatral basada en un texto de Carmen Domingo, adaptada al escenario y dirigida por Carmen San Esteban, e interpretada por Nerea Elizalde, Josu Angulo y Sandra Tejero.
-Una vez en la proximidad de las butacas de Pabellón 6, me he encontrado con un planteamiento abierto, honesto, comprensivo, sin prejuicios sobre estas dos singulares mujeres. Expositivo, documentado, destacando detalles significativos, contextualizando las fechas y las circunstancias, enfatizando en lo posible con ambas, tomando distancia. Sin adelantar juicios previos. Buscando las motivaciones de las dos. También las presiones sociales. Sin eludir los condicionamientos psicológicos. Mostrando respeto hacia los personajes y a su realidad histórica. Y también respeto hacia el público al que se dirige. Priorizando la exposición documental.
-Pero tratar de unir lo teatral y lo documental tiene muchos riesgos. Y muchas dificultades. A veces, cada intención tira en sentido opuesto. O da vueltas sobre sí misma sin dirigirse a ningún destino. Ni responder a las preguntas que se desea plantear.
-En lo estrictamente escénico, este espectáculo ha servido para evidenciar la capacidad interpretativa de Sandra Tejero, Josu Angulo y Nerea Elizalde. Carmen San Esteban realiza un notable esfuerzo para dramatizar el consistente y documentado texto de Carmen Domingo. Tampoco ha sido menor la aportación de María Casanueva en el diseño del escenario, de Fernando Alcáuzar y Quique Gago en la iluminación, de Iñigo Cobo en el vídeo y Karmele Corona en el vestuario.
-Y tampoco ha sido pequeño el mérito de haber devuelto a la actualidad el debate sobre el polémico e ilustrativo ‘caso’ de Aurora Rodríguez Carballeira y su hija Hildegart con idénticos apellidos. Muy interesante para verlo con los ojos de hoy.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 7 octubre 2021 - 10:56 pm
Categoría: General

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David Barbero

-A mi juicio, la mayor sorpresa positiva de los premios Max de este año ha sido ‘Ferretería Esteban’. Lo del triunfo de Alfredo Sanzol y su obra ‘El bar que se tragó a todos los españoles’, en el Centro Dramático Nacional, estaba cantado. Además, no hay comparación posible entre la emergente compañía zaragozana y la entidad pública de mayor rango y presupuesto.
-Así que esta tarde he acudido con notable entusiasmo al Teatro Arriaga para ver, otra vez, esta original, sorprendente y muy divertida obra. Y en el mismo escenario donde, unos días antes, había sido galardonada con dos premios Max de los importantes.
-Voy a puntualizar los datos. El título completo de la `pieza’ es ‘Con lo bien que estábamos. Ferretería Esteban’. Una producción de la compañía aragonesa Nueve de nueve. El autor y director es José Troncoso. El compositor y director musical, Mariano Marín. Los intérpretes, fundadores de la compañía, son Carmen Barrantes y Jorge Usón.
-No es una obra fácil de definir. Esta compañía no suele acomodarse dentro de los géneros al uso. Hace gala de bastante ingenio y originalidad. En esta ocasión, quizá la aproximación más cercana podría ser la de una especie de esperpento musical. Habría que destacar también la técnica artesanal y cuidada de su trabajo. Nada estándar. Muy poco habitual. El humor, con una comicidad muy peculiar, no sólo está presente, sino que lo invade todo. Hay una buena dosis de ironía. Y una intencionada crítica social soterrada.
-Ese carácter esperpéntico, la exageración, la ironía, la comicidad tienen además la virtud, en esta ocasión, de definir la vida personal y los comportamientos sociales con gran precisión y claridad. Lo que también sirve como denuncia eficaz.
-No es desvelar nada del desarrollo de la pieza decir que el título es muy expresivo de su contenido. Lo de Ferretería Esteban muestra el arranque. El citado Esteban y su esposa Marigel eran felices, a su manera, administrando su ferretería. Pero asistir un día al teatro les llena, sobre a él, la cabeza y el cuerpo de música, sueños e ilusiones. Pero al poco tiempo, llega la segunda parte del titulo ‘¡Con lo bien que estábamos!’, donde se ven, muy divertidamente, las consecuencias de esa locura artística y vital.
-En este proyecto de la compañía ‘nueve de nueve’, cuenta mucho la muy especial visión del teatro, además de su habilidad y pericia, del autor y director José Troncoso. Y no sólo en esta obra. Ya lo había demostrado en piezas anteriores. Especialmente en ‘Cabaré de caricia y puntapié’. Con su curioso sentido de entender la comicidad, con su original planeamiento de los argumentos y con la especial relación entre los actores y el público.
-Ya he indicado que es éste un musical con muchas características diferentes a lo que habitualmente se hace. Como si fuera un subgénero distinto. En eso, tiene gran parte del mérito el veterano, y siempre joven innovador, Mariano Marín.
-Mención especial se merecen los intérpretes Carmen Barrantes y Jorge Usón. O al revés. Existe tal complicidad entre ellos que no se sabe quién toma la iniciativa en el gesto y quién remata la acción con la apostilla. La manera de enganchar y mantener la atención del público, con satisfacción, es absoluta y completa.
-Les pronostico que, si se deciden a visitar la ferretería Esteban, saldrán, con una gran sonrisa, asegurando: ‘¡Qué bien hemos estado!’

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 3 octubre 2021 - 12:29 am
Categoría: General

David Barbero

-Una reflexión previa. Cuando te recomiendan una obra con gran entusiasmo y te la alaban mucho y te cuentan maravillas de ella, puede existir el peligro de que termine decepcionándote por no responder a las expectativas creadas.
-Pero si vas a ver esa obra, fiado de las alabanzas que has escuchado o leído, y esa obra te aparece a ti tan fascinante o más a lo que te han dicho, entonces la satisfacción resulta enorme.
-Esta consideración viene a cuento de que esta tarde-noche he acudido al Teatro Barakaldo para presenciar la representación de ‘El hombre Almohada’ escrita con Martin Mcdonagh, dirigida y adaptada por David Serrano, e interpretada por Belén Cuesta, Ricardo Gómez, Juan Codina y Manuela Paso.
-En este caso, sería una notable injusticia no destacar la aportación de los llamados oficial teatrales técnicos. Ricardo Sánchez Cuerda se encarga de la escenografía y de las máscaras. Juan Gómez Cornejo es responsable de la iluminación. El vestuario lleva la firma de Yaiza Pinillos.
-Creo que ya ha quedado clara la extraordinaria impresión que he sacado de la obra. También la extraordinaria acogida que ha recibido esta obra en los lugares en que se ha representado desde que se entrenó en Londres hace ya unos cuantos años. Y el éxito de esta versión en Madrid durante meses de este año. Al adelantar la enumeración completa de los participantes en el proyecto, he querido manifestar mi opinión muy favorable en todos los aspectos.
-El texto es unánimemente considerado, a nivel internacional, como la obra más emblemática del polivalente Martin Mcdonagh. Además de dramaturgo, es guionista y director de cine. La pieza tiene una estructura compleja pero muy ingeniosamente ensamblada. Desarrolla una historia con tensión, fuerza, originalidad, misterio, intriga y gran capacidad de enganche. Los personajes están bien construidos, tienen varias capas, sorprenden e impactan.
-La adaptación y la dirección de David Serrano han sido ya merecedoras de grandes alabanzas y aplausos. Su adaptación de la obra y algunos cambios en la definición de los personajes favorecen la intensidad y el impacto de la acción. Demuestra su habilidad en la creación de las atmósferas. Cuida el ritmo de la acción, los giros y las sorpresas. Fomenta y dosifica las emociones. Combina con maestría los muy diversos elementos del espectáculo. Quizá se note una demasiado elevada duración.
-Los cuatro intérpretes desarrollan con capacidad y fuerza la muy notable profundidad y entidad de sus personajes. Lógicamente, la labor de los dos protagonistas, Belén Cuesta y Ricardo Gómez, requiere un mayor esfuerzo y también tiene una más amplia recompensa. Pero Juan Codina y Encarna Paso también muestran las complejas personalidades de sus roles.
-No voy a dar detalles del contenido de la obra. Seguramente no lograría reflejarlo con la necesaria precisión. Además, creo que sería un error descubrirlo. Pero si habéis dejado pasar esta oportunidad, creo que deberíais estar atentos y asegurar vuestra presencia en la próxima.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 1 octubre 2021 - 11:52 pm
Categoría: General

David Barbero

-Esta tarde, he acudido al Teatro Barakaldo, para presenciar, de nuevo, el primer espectáculo de danza dentro del XXII festival Dantzaldia, ‘Al desnudo’, y rendir mi personal homenaje a sus creadores e intérpretes.
-He puesto en singular lo del homenaje. Pero he querido realizar varios reconocimientos. Uno de ellos va dirigido al propio Teatro Barakaldo, que desde su arranque ha prestado una especial atención a este género de las artes escénicas. Otro a los gestores de la sala La fundición que son los creadores de este festival. Su dedicación, apoyo, atención y difusión multidireccional de la danza contemporánea han sido absoluta en estas últimas décadas.
-Mi reconocimiento artístico va, desde luego, para la pareja artística formada por Iratxe Ansa e Igor Bacovich, creadores de la compañía Metamorphosis dance y protagonistas de esta singular pieza titulada ‘Al desnudo’. Pero soy consciente de que este homenaje mío no significa nada, comparado con los numerosos y muy importantes premios que están recibiendo en todas las facetas de su actividad. Como coreógrafos, creadores, bailarines, pedagogos, comunicadores de emociones y trasmisores de una técnica perfectamente desarrollada.
-Junto a ellos, hay que citar y reconocer, por su participación en esta pieza, a Danilo Moroni, como creador visual. Y a los músicos compositores Philip Glass Y Johan Weslander.
-Pero debo confesar que, en realidad y de verdad, el motivo por el que he acudido esta tarde al teatro Barakaldo ha sido el de disfrutar, otra vez, del baile envolvente y cautivador de Iratxe e Igor. De su fusión del movimiento y la fluidez de las expresiones. De la simbiosis entre la sensibilidad y lo físico. La emoción y la maestría. La complicidad y el dominio de la técnica. La entrega total y la sutileza del detalle.
-Haciendo gala a su nombre alusivo a mezcla, la fusión y la metamorfosis, esta pieza está, a la vez, desnuda de todo lo superfluo y arropada de tantos elementos que la convierten en un espectáculo total. Junto al movimiento, al gesto y al ritmo, están presentes las proyecciones, la música, los textos, la voz en off, las luces, las sombras. La interpretación y la comunicación. Todo contribuye a hipnotizar, atraer, seducir, contagiar y envolver.
-Si no han experimentado todavía esa sensación, profunda y placentera, de dejarse llevar y de quedar hipnotizados por la danza de estos dos artistas, no desaprovechen la próxima ocasión.
-Permítanme terminar con una anécdota personal. He acudido a esta interpretación acompañado de mi nieta de cinco años. En su ensoñación infantil, anda dudando entre desear ser, de mayor, sirena o bailarina. Al salir esta noche del teatro, tras hacer su ‘lectura’ particular de lo visto sobre el escenario, se inclinaba más por lo segundo.

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