Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 10 diciembre 2021 - 12:33 am
Categoría: General

David Barbero
-Comienzo explicando el título de este comentario. Siempre he defendido que el teatro debe producir en el espectador un impacto, un golpe, un movimiento tanto emocional como intelectual. Lo he defendido muchas veces en este escaparate.
-Esta reafirmación es un reflejo del interés, la curiosidad, casi el ansia, con que he ido esta tarde al teatro Arriaga para presenciar la representación de ‘Shock 1: El cóndor y el puma’. Lleva esa intención. Golpear la conciencia del espectador, no permitir que se quede indiferente ante lo sociedad que le ha tocado vivir, en la que participa y de la que es responsable.
-Desde el principio de la representación hasta el final, durante las casi tres horas, he podido comprobar que ese impacto, ese ‘shock’ se produce en la denuncia de las corrupciones del poder. O mejor, en plural. De los poderes.
-Y hay otra constatación. Para realizar esa misión propia, el teatro tiene que emplearse a fondo en todas sus estructuras. Renovarse. Como si tuviera que realizar una revolución interna e integral.
-Esa revolución comienza con la preparación remota y próxima. La investigación profunda. El análisis histórico y de actualidad. Pero una investigación teatral. No se trata de una exposición de historia. Cuentan las emociones escénicas. Y después, escribir el texto, también teatral. En esa labor, han colaborado Albert Boronat, Juan Mayorga, Juan Cavestany y el propio director Luis Lima. Todos de reconocidísima trayectoria.
-La dirección escénica de Luis Lima también demuestra planteamientos difíciles e innovadores. Los textos utilizados no han sido los que se suele calificar de teatrales. Cómo reflejar tantos acontecimientos históricos sobre el escenario. Cómo personalizarlos. Durante tantas décadas. En tantos lugares y países diferentes. Cómo lograr que todo llegue hasta el espectador y le impacte, le conciencie, le conmueva. Es preciso utilizar con habilidad y sabiduría todos los recursos escénicos y añadir otros poco habituales en el teatro.
-Especialmente interesante resulta cómo se hace ver que esos acontecimientos históricos, que pasan por irreversibles, han sido ensayados, programados y realizados con una premeditación estudiada e interesada. Siguiendo ‘La doctrina del shock’ de Noami Klein. El neoliberalismo de Milton Friedman. Los experimentos psiquiátricos de Donald Hebb y Ewen Cameron.
-Para lograr esa comunicación, ha sido muy eficaz labor de todos los elementos expresivos y técnicos. El escenario. El vestuario. La iluminación. La caracterización. Las proyecciones…
-Consideración aparte y detallada requiere la interpretación. Una media docena de actrices y actores se hacen cargo de cuarenta personajes. ¡Y además qué personajes! Desde Pinochet hasta Kissinger, o Nixon o Videla. Y el mismo Salvador Allende. Políticos reconocidos, economistas, prohombres y mujeres ilustres o no tanto. Con cambios instantáneos, con urgencias para transformarse.
-Citemos sus nombres en reconocimiento. Antonio Durán, Natalia Hernández, Esteban Meloni, María Morales, Paco Ochoa, Guillermo Toledo y Juan Vinuesa.
-A mí juicio, este ‘Shock 1’ que se ha representado hoy en el teatro Arriaga constituye una manifestación de que lo que debe, y puede, ser el teatro en este momento. Imprescindible, también a mi juicio, para quien desee ser consciente de esa necesidad.
-Por completar mi sensación, debo añadir que, en esta primera visión, me ha quedado alguna duda secundaria y técnica. Por ejemplo, me preguntaría si algunas escenas deben ser tan largas. Si sobra alguna reiteración. Si eso provoca un ritmo lento. Si es bueno recurrir tanto a las narraciones y explicaciones de situación. Si no es mejor dejar que el público aplique su criterio en lugar de darle los juicios hechos. Pero todo esto, dentro de la valoración positiva expuesta con antelación.
-En estos días sucesivos, en el mismo teatro, estará no sólo el Shock 2: La tormenta y la guerra’ sino que se volverá a ofrecer este ‘Shock 1: el cóndor el puma’. Margaret Thatcher y Ronald Reagan sustituirán a Pinochet y Videla. Así que no habrá excusas.

Esta entrada se escribio el Viernes, 10 diciembre 10 2021 a las 0:33 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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