Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 23 enero 2022 - 12:32 am
Categoría: General

David Barbero
-Esta tarde, a las siete, he asistido, en la sala La Fundición de Bilbao, a la representación de la obra ‘Lázaro’. Por precisar más, debo decir que ha comenzado con unos diez minutos de retraso. La adaptación, la dirección y la interpretación ha sido responsabilidad de Roberto Hoyo. En síntesis, es la actualización de la novela picaresca clásica, ‘El lazarillo de Tormes’.
-Por la mañana, yo había tenido una polémica. Advierto desde el principio, que no se ha producido ninguna violencia ni la sangre ha llegado al río. Ha sido una confrontación de opiniones. Se ha producido cuando, he comentado mi intención de acudir a la actualización teatral de este texto clásico.
-Las posiciones encontradas eran las siguientes. Unos opinaban que los clásicos deben ser respetados. Y se aseguraba que generalmente los añadidos son de inferior calidad y las supresiones no están justificadas. Enfrente, se defendía que, en teatro, la referencia debe ser siempre el público al que se dirige el espectáculo. Por lo tanto, es oportuno acercar el texto clásico a las preocupaciones y a las formas de expresión actuales.
-Como suele suceder en las discusiones, tampoco en esta ocasión se ha llegado a ningún acuerdo. Nadie de los participantes ha cedido un ápice de sus posiciones.
-La actualización que he visto después ha sido integral. Con todas las consecuencias. Se han respetado, eso sí, el espíritu del personaje, la situación general, algunas expresiones, pocas, y el tema de la picaresca, o la vida arrastrada y semi canalla. Pero la ambientación, las referencias, los trapicheos, los conflictos y, desde luego, el ambiente, han sido traídos hasta hoy mismo. Y colocados en los ambientes y formas en que esa vida se desarrolla ahora.
-Se han incluido ritmos actuales como el rap o la ‘Break dance’. Por supuesto, se ha cambiado el estilo literario. Se han utilizado expresiones directas y coloquiales. Es decir, formalmente la actualización ha dado la vuelta a la obra, como se hace con un calcetín.
-En esa labor, a mi juicio, Roberto Hoyo, de tan sólo 25 años, ha demostrado tener cualidades y habilidad muy destacadas. Tanto en la autoría como en la dirección y en la interpretación. Ha planteado la comunicación con el público de una forma innovadora incluso a lo existente en este momento. Y como actor, ha realizado una exhibición de ductilidad, naturalidad muy trabajada, capacidad de reacción inmediata y expresividad.
-En esta labor escénica, ha estado acompañado por Marco Felipe Ferreira, como diseñador del sonido en directo. Su labor ha contribuido de modo decisivo a conseguir la calidad técnica y el objetivo actualizador. De la exactitud en la iluminación, se puede afirmar lo mismo.
-Es preciso añadir que Roberto Hoyo viene realizando este trabajo de acercar clásicos desde hace un poco de tiempo, dada su juventud. Tiene desde hace tres años compañía propia. Para que sirva de referencia, ya ha aplicado este tratamiento a personajes clásicos tan diferentes y emblemáticos como Hamlet o Don Juan.
-Así que, al salir del teatro, lo primero que he hecho ha sido llamar a los participantes en la inútil discusión de la mañana. Les he dicho que deben ir mañana a ver la obra ‘Lázaro’, que se vuelve a representar en la sala La fundición de Bilbao. Les clarificará mucho las ideas.

Esta entrada se escribio el Domingo, 23 enero 23 2022 a las 0:32 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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