Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 27 marzo 2022 - 10:53 pm
Categoría: General

David Barbero

-Esta tarde, me hubiera gustado realizar una encuesta a la entrada del teatro Arriaga de Bilbao a las personas que iban a presenciar la obra titulada ´Decadencia’, escrita por Steven Berkoff.

-La pregunta podía haber resultado un poco larga. ¿Cómo se siente uno al saber que la obra que viene a ver es ‘cáustica, provocadora, que persigue al público, lo acorrala y a menudo le obliga a reír por no llorar’?

-Deseaba hacer esa pregunta porque es la autodefinición que hacen de la obra sus promotores y protagonistas. O quizá sea una manifestación de lo que desean conseguir. O es posible que se trate de una intención propagandística.

-Os adelanto que, si me hubieran hecho a mí la pregunta, habría contestado satisfactoriamente. Siempre he defendido el teatro crítico y hasta mordaz con la sociedad en que vivimos.

-Steven Berkoff es un ciudadano británico, con antecedentes rumanos y rusos.  Judíos. Ha vivido en diversos países. Ha realizado una actividad muy polifacética. Ha sido autor de teatro, guionista. También director de escena. Asimismo, director de cine. Ha tenido problemas con los censores y los defensores de las buenas formas. Ha sido actor. En esa actividad, ha manifestado su preferencia por los personajes malvados, villanos y con un porcentaje elevado de sadismo.

-La acción de la obra vista esta tarde en el teatro Arriaga se desarrolla entre cuatro personajes. Tres aristócratas y un negociante aprovechado. Pueden ser descritos todos como clasistas, egoístas, racistas, frívolos, desalmados, hipócritas. Desprecian a los pobres. No tienen principios ni límites. Son ricos, groseros, vacíos e infelices. Ni el dinero, ni los lujos ni la lujuria les dan la felicidad.

-Habría que decir que el tono de la obra es de humor negro, muy oscuro. A veces surrealista. Otras, discursivo. Va más allá de la ironía y el sarcasmo. Tiene más monólogos que diálogos. Los parlamentos, premeditadamente, no ayudan a la comprensión total de la acción. Y en numerosas ocasiones, la provocación está por encima de la exposición crítica. Predomina la exageración y el deseo de impactar.

-El texto de Steven Berkoff fue escrito hace ya unas décadas. Aquí ha sido adaptado por el narrador y el poeta Benjamín Prado. Potencia el contenido provocador, a veces procaz, siempre potente. Con algunos ripios provocados. Y sin escatimar expresiones inusuales.

-Es preciso reconocer el duro esfuerzo de interpretación realizado por Maru Valdivielso y Pedro Casablanc, dada la dificultad del texto, además de la complejidad de los personales y su duplicación.

-Como responsable de la puesta en escena aparece el propio Casablanc. Es posible que la concepción general, simbolizada en el espejo, esté por encima de los detalles concretos, incluidas las dificultades para percibir los cambios de personajes y la matización de algunos parlamentos.

-A la salida, alguien ha comentado que posiblemente, dentro de poco, se note que la pieza está más rodada.

-Yo, por mi parte, me imagino de nuevo que me preguntan por el teatro cáustico, provocador y crítico. Así aprovecho para reivindicarlo una vez más. Porque hay mucho teatro complaciente.

 

Esta entrada se escribio el Domingo, 27 marzo 27 2022 a las 22:53 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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