Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 10 septiembre 2022 - 12:33 am
Categoría: General

David Barbero

-Deseo puntualizar, desde el principio, el título que he puesto a este comentario. Había escrito otro. Decía algo así como: buen producto musical de la factoría de Pabellón 6 Bilbao. Lo he rectificado porque deseaba eliminar esa alusión a producto y a factoría. Prefiero insistir en lo de trabajo cuidadoso, meticuloso, delicado, hecho con mimo.

-Sin el riesgo de hacerlo demasiado largo, hubiera aludido también a trabajo de laboratorio. Pabellón 6 se llama laboratorio de las artes escénicas. Trabajan siempre de esa manera. También en el campo de los musicales. O de los cabarets. Los han cuidado especialmente. Y han tenido una aceptación especial entre el público. ‘Cabaret chihuahua’ significó el punto de inflexión en su trayectoria. Y también ‘Chichinabo cabaret’ fue muy significativo.

-Quiero destacar que los dos fueron dirigidos por Felipe Loza. Igual que este musical ‘El trepa de palacio’. En el título, lo he valorado como una ‘joyita’, por el trabajo realizado meticulosamente, con intensidad, preparado al detalle, interpretado con entusiasmo, cuidado con mimo y con precisión.

-Ha sido ya calificado como un musical bufo. Habría que añadir más adjetivos. Crítico, intencionado, burlón, de denuncia, cómplice, intenso, sin concesiones, ágil, dinámico, atractivo…

-Está claro que, en Pabellón 6, van desarrollando este género musical con notable originalidad, introduciendo novedades, nuevos tratamientos, temas de actualidad, estilos arriesgados e intenciones ambiciosas. Hay un intento de destacar el aspecto cómico de la obra. Pero su intención crítica y de denuncia no le van a la zaga.

-Ya he realizado una alusión a Felipe Loza como director de este espectáculo. Es de justicia destacar el dinamismo de la puesta en escena. El ritmo de la acción es vertiginoso. Se unen las escenas sin solución de continuidad. El movimiento no decae en ningún momento.

-Otra novedad positiva es el texto de Braulio Cortés. Con un contenido histórico documentado y preciso. Con personajes que han existido. Muy bien traído el bailarín Antonio Ugarte, rescatado de Galdós. La corrupción en tiempos del rey Fernando VII, como punto de continuidad a la corrupción que existe en la actualidad.

-Otros dos aspectos contribuyen también de modo destacado a que este espectáculo reúna todas las cuidades antes señaladas. Una de ellas es la dirección musical que asume Unai Elizalde, y que contagia todo el desarrollo de la acción. Algo parecido sucede en la responsabilidad coreográfica. En esta ocasión, es asumida por Leyre Ormazabal, que también se aplica a todos los movimientos de la pieza.

-Junto a todos ellos, es obligado hacer una muy especial mención a la interpretación. Los seis intérpretes realizan un trabajo de gran altura, con precisión, ajustando los tonos y las expresiones en los continuos y repentinos cambios de personaje. Diego Pérez asume, con meticulosidad y detalle, la interpretación del protagonista. Los otros cinco interpretes forman parte de la compañía joven de Pabellón 6. Pero su madurez y su destreza están más que confirmada. Son Aitor Echarte, Nahikari Rodríguez y Jeray Vázquez, Leyre Ormazabal y Unai Elizalde.

-Con todos estos mimbres, Pabellón 6 está ofreciendo ahora un nuevo modelo de musical propio. Habrá que estar atento. No será el último.

Esta entrada se escribio el Sábado, 10 septiembre 10 2022 a las 0:33 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

Dejar un comentario

Esta página web utiliza cookies para mejorar tu visita adaptando la navegación a tus preferencias.
Para seguir navegando tienes que Aceptar las política de cookies. Más información